Los políticos vuelven a demostrarnos por qué son el primer problema de este país

No se han enterado. Quizá ni quieren enterarse. Llevan viviendo casi cuarenta años de un sistema parlamentario en donde se parlamenta poco. Según la Real Academia, el verbo "parlamentar" requiere una intención negociadora, esa misma que hoy, cuando más se necesita, brilla por su ausencia.

No hay encuesta ciudadana o estudio sociológico que no incluya a la clase política en el conjunto de las debilidades de España. Cruel ironía: esos a quienes elegimos para solucionar los problemas, lejos de cumplir su trabajo, los agravan. ¿Qué trabajador conservaría su empleo si se comportase así? ¿A qué qué bombero le permitirían apagar incendios con un bidón de gasolina?

Todos los partidos, principalmente quienes encabezaban los sondeos, PP y PSOE, tenían claro que deberían ceder cuotas de poder para conformar un gobierno estable. Los españoles requieren ahora de políticos a la altura de las circunstancias. Los inversores los exigen para poner a circular su dinero. Las familias los necesitan para gastar y consumir. Pero PP y PSOE prefieren dar la espalda a todos ellos.Rajoy, una rémora

Al igual que sucedió con Rodríguez Zapatero en los últimos meses de su Gobierno, el hoy presidente en funciones suscita un rechazo notable en buena parte de los votantes. Gran parte del trasvase de millones de votos del PP a Ciudadanos se explica por la insatisfacción que ha generado Rajoy.

De igual modo, el PSOE no tiene absolutamente nada de qué presumir. El juicio que expresó Eduardo Madina en el Comité Federal estaba en los cierto: los resultados socialistas el 20D fueron lamentables.

Si PP y PSOE antepusieran los intereses de España a los suyos propios, hace tiempo que habrían pactado un gobierno de coalición, como ocurre en tantos países de Europa. El PP habría prescindido de Rajoy y el PSOE habría renunciado a establecer cualquier cordón sanitario anti-PP. Habrían cedido para que el país saliese ganando.

¿O es que consideran que unas nuevas elecciones arrojarán una situación muy distinta que la que tenemos? Si es así, ¿qué espera el PSOE? ¿Alcanzar la mayoría absoluta con un partido, Podemos, que exigirá el referéndum no sólo en Cataluña, sino también en el País Vasco? ¿Y a qué aguarda el PP? ¿A que Ciudadanos se desdiga de lo único que ha aclarado de sus intenciones post-electorales, a saber, que jamás apoyaría un Gobierno presidido por Rajoy?

¿Por qué están haciendo perder un tiempo precioso a este país?

Respuesta: porque ninguno de los dos grandes partidos está dispuesto a poner España por encima de sus intereses. Y esa es la razón por la que ambos ya cuentan con dos competidores directos. Su endogamia les conduce hacia la implosión. Lo dicho: no se enteran o no se quieren enterar.

Sigue @martinalgarra