Manila, 23 sep.- Los rebeldes del Frente Moro de Liberación Musulmana (FNLN) que asaltaron la ciudad de Zamboanga este mes se encuentran hoy atrincherados debajo de viviendas con al menos una veintena de rehenes civiles.
El portavoz de las Fuerzas Armadas de Filipinas, Harold Cabunoc, dijo que están usando altavoces para tratar de convencer a los insurgentes de que se entreguen a las autoridades, indica el periódico local "The Philippine Star".
Por su parte, el gobernador de la Región Autónoma del Mindanao Musulmán, Mujiv Hatamanel, informó de que de los cientos de rebeldes que atacaron Zamboanga quedan entre 40 y 50 en una zona de una o dos hectáreas de la urbe.
Desde que empezó el asalto, el 9 de septiembre, han muerto 132 personas, de las cuales 105 son insurgentes del grupo del FMLN que dirige Nur Misuari, 12 civiles, 12 militares y 3 policías.
El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, indicó el domingo que van a presentar cargos contra Misuari.
"Nuestros investigadores trabajan para que Misuari responda ante la justicia por todo lo que ha hecho", dijo Aquino en el aeropuerto de la ciudad de Zamboanga, donde ha permanecido más de una semana, antes de volver a Manila.
"Ahora tenemos testigos que le van a relacionar directamente con este conflicto, y nuestro Departamento de Justicia está preparando los cargos", añadió el mandatario.
El asalto a Zamboanga, de mayoría cristiana y una de las principales ciudades de Mindanao, se llevó a cabo para declarar la independencia de la zona.
Los rebeldes entraron en la ciudad portuaria por mar, ocuparon cinco barriadas y tomaron de rehenes a unas 180 personas, que usaron como "escudos humanos", la mayoría de los cuales fueron liberados el pasado lunes.
El ataque se produce un mes después de que Misuari exigiera la independencia de Mindanao y otras islas del sur y denunciara que su grupo había sido excluido de las negociaciones entre el Gobierno y el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI).
Misuari fundó el FMLN en 1971 y fue la principal organización musulmana en armas de Filipinas hasta que firmó la paz en 1996.
No obstante, cinco años después denunció el pacto y levantó en armas a sus hombres cuando iba a perder en las urnas su cargo de gobernador de la Región Autónoma del Mindanao Musulmán.
El FMLI se fundó formalmente en 1984 de una escisión del grupo de Misuari y actualmente se encuentra en la fase final de sus negociaciones con el Gobierno.
Según analistas filipinos citados por el portal de noticias Rappler, Misuari "está haciendo ruido" para boicotear las conversaciones entre el Gobierno y el FMLI.
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