Víctor Romero Pérez y Víctor Jesús Caballero son los dos guardias civiles tiroteados este jueves en Teruel. Los pueblos de Alcañiz y Calanda lloran la pérdida de estos dos jóvenes humildes, muy trabajadores de los que destacan su carácter afable y sus ganas de trabajar.
El Heraldo de Aragón cuenta que Víctor Romero Pérez tenía 30 años y era natural de Calanda, aunque vivía en Alcañiz desde hace varios años. En la capital bajoaragonesa se casó y hace unos meses y tenía una niña. Su familia se dedica al pastoreo de ovejas y a la ganadería.
"Realmente estamos conmocionados. Víctor era un chico muy apreciado en el pueblo y sentimos con mucho dolor su pérdida. Tan solo me queda darle mucho ánimo a toda su familia", ha señalado dijo el primer edil José Ramón Ibáñez, el alcalde de Calanda.
El joven calandino era el mediano de tres hermanos, y precisamente el mayor de todos también es Guardia Civil, una profesión arraigada en la familia. Su hermano está destinado en la zona de Teruel y la hermana pequeña es maestra de profesión. Era primo hermano de la concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Alcañiz, Anabel Fernández Romero.
“Persona entregada y apasionada con su trabajo”
El otro agente asesinado es Víctor Jesús Caballero Espinosa. De 38 años de edad, era natural de Cádiz aunque llevaba varios años afincado en el territorio. Estaba destinado en el puesto de la Guardia Civil en Alcañiz, donde pertenecía al grupo Roca. Al igual que la otra víctima, en su familia hay varios miembros que pertenecen a la Guardia Civil. De hecho, su hermano desempeña su labor como agente en Tarifa, mientras que su padre hizo lo propio en la Comandancia de Cádiz.
Siempre fue una persona entregada y apasionada con su trabajo, tanto que este año fue reconocido y condecorado durante el acto que celebró la Guardia Civil por el día del Pilar, su patrona, en la ciudad de Alcañiz. Se trató de un acto solemne en el exterior del cuartel en el que se entregaron medallas por sus méritos a caballero junto a otros cinco compañeros del sector bajoaragonés. Antes, la Comandancia de Alcañiz celebró su tradicional misa en la Iglesia de San Francisco, en la que se produjo la ofrenda a la Virgen del Pilar y se recordó a los agentes fallecidos en acto de servicio.
Nieto del Pastor de Andorra
El tercer fallecido es José Luis Iranzo, nieto del recientemente desaparecido José Iranzo ‘El Pastor de Andorra’. Iranzo era agricultor y ganadero, como su abuelo, el inigualable jotero aragonés. Era, a pesar de su juventud, un veterano sindicalista con experiencia en cargos ejecutivos de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) –actualmente, formaba parte de su Comisión Ejecutiva– así como en la Coordinadora de Organizaciones Agrarias (COAG).
Tenía 39, una pareja y un niño pequeño. La muerte se cruzó este jueves en su camino cuando al ir a abrir la puerta de la masía familiar del Saso, un pistolero le disparó mortalmente, al igual que a los dos guardias civiles de un equipo contra los Robos en el Campo (Roca) que le acompañaban.
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