La justicia estadounidense acusa a Bergantiños de delitos equivalentes a "falsedad, estafa y blanqueo de capitales", según el auto de la Audiencia Nacional (principal instancia penal española) hecho público este martes.
La Audiencia Nacional acordó la entrega de Bergantiños, de 67 años, por la "aplicación de la competencia territorial en donde presuntamente se han cometido los delitos objeto de acusación" y porque en España, ni la fiscalía ni los agraviados han denunciado el caso.
Según el tribunal, "es en el país reclamante donde, en rigor, se produjo la estafa, se encuentran los testigos, víctimas fundamentales de la estafa y toda la documentación bancaria y de las propias galerías de arte".
Tanto la fiscalía como la defensa de Bergantiños se habían opuesto el 9 de febrero a la extradición del español, sobre la cual tendrá la última palabra el gobierno.
La justicia española tiene pendiente resolver la petición de extradición sobre su hermano Carlos Bergantiños.
Detenidos en abril de 2014 y puestos en libertad posteriormente, ambos habían rechazado entonces una primera reclamación, que fue anulada por el Tribunal Supremo por defecto de forma. Tras esto, se retomó el proceso con una nueva documentación.
Según la justicia estadounidense, ambos hermanos encargaron al pintor chino Pei Shen Qian que creara réplicas de pintores famosos y después "fabricaban historias sobre quien había sido el propietario de las pinturas falsas para embaucar a las galerías de arte y hacer que las compraran", al tiempo que también falsificaban documentos de las mismas.
Tanto los hermanos Bergantiños como Pei, que habría huido a su país, están procesados por un tribunal de Nueva York.
Con la complicidad de la marchante mexicana Glafira Rosales, que ya se declaró culpable, Carlos Bergantiños, que se presentaba como un marchante de arte, habría vendido entre 1994 y 2009 a dos galerías neoyorquinas unas sesenta telas presentadas como obras de pintores como Mark Rothko, Jackson Pollock o Willem de Kooning, entre otros, por un total de 33 millones de dólares, según documentos judiciales.
Dos galerías habrían vendido las obras adquiridas por 33 millones de dólares en más de 80 millones.
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