Madrid, 25 dic.- Madrid recordará el próximo jueves 27 de diciembre al general Prim, presidente del Consejo de Ministros asesinado un día como ese pero de 1870, en un misterioso magnicidio que cambió el rumbo de la historia de España y que, todavía hoy, está lleno de incógnitas y puntos oscuros.
En los actos de homenaje colaboran el Congreso de los Diputados; los ayuntamientos de Madrid y Reus, su localidad natal; el Banco de España y el Ministerio de Defensa.
Un halo de misterio ha rodeado siempre la muerte de Prim desde aquella gélida tarde de 1870 cuando en una emboscada, un grupo de desconocidos acribilló el coche de caballos que lo trasladaba desde el Congreso de los Diputados hasta su residencia en el Palacio de Buenavista, en la actual plaza de Cibeles.
Las contradicciones del relato histórico son tales que incluso hay discrepancias sobre el día de su muerte o las verdaderas causas del deceso.
Mientras unas fuentes aseguran que Prim falleció ese mismo día a causa de los disparos, otras mantienen que murió tres días después, el 30 de diciembre, a causa de una septicemia provocada por una mala praxis médica.
También se duda sobre si murió por las heridas de bala o por asfixia.
El recorrido que hizo aquel día el general por la calle del Turco, hoy Marqués de Cubas, hasta su residencia en el ahora Cuartel General del Ejército, será el hilo conductor del homenaje, que forma parte de los actos del bicentenario del nacimiento de Prim, que se conmemora en 2014.
A primera hora, el presidente del Congreso, Jesús Posada presentará en el Palacio de las Cortes un libro sobre los discursos parlamentarios del general.
Desde allí, la comitiva institucional partirá a pie hacia la calle del Turco, situada detrás del Banco de España y muy cerca del Congreso, donde se descubrirá una placa conmemorativa en el mismo lugar en el que Prim sufrió el atentado.
La comitiva institucional terminará en el Palacio de Buenavista, residencia del entonces presidente del Gobierno.
El pasado mes de septiembre, un equipo de forenses abrió en Reus el ataúd de plomo en el que reposaban los restos de Prim y hallaron el cuerpo momificado del militar, vestido con uniforme de capitán general.
Los investigadores se encontraron también con un hallazgo inesperado: tres frascos colocados en forma de triángulo bajo el cadáver.
Se barajan tres hipótesis: que los botes contuvieran perfumes para evitar el mal olor, sustancias químicas para mantener el cuerpo en buen estado o que sean elementos de un ritual masónico.
El general Juan Prim y Prats, principal impulsor de la "Revolución Gloriosa" que destronó a Isabel II en septiembre de 1868, fue el gran valedor del rey Amadeo I, quien llegó a España apenas unos días después de su muerte y que ocuparía el trono de España hasta 1873.
Su posición política le granjeó muchos enemigos, entre ellos el diputado republicano José Paúl y Angulo, quien había sido compañero suyo en las filas del Partido Progresista, o el duque de Montpensier, cuñado de Isabel II y pretendiente al trono de España en dura pugna con Amadeo de Saboya.
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