Claro choque entre bloques

Ayuso e Iglesias protagonizan un debate bronco con el virus como gran polémica

La presidenta madrileña monopoliza los reproches de sus adversarios, que se centró en responder a los candidatos de izquierda. Rocío Monasterio y Edmundo Bal se enfrentaron por erigirse como socios del PP. 

Los candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid antes del inicio del debate que se celebra hoy miércoles en los estudios de Telemadrid.
Ayuso e Iglesias protagonizan un debate bronco con el virus como gran polémica
Agencia EFE | Juanjo Martín

Entre preguntas incómodas, sarcasmo y cartulinas. Aunque sin otros objetos en los atriles, a diferencia de citas anteriores. Como se podía esperar, la bronca ha sido el principal ingrediente del primer debate de las elecciones madrileñas del 4 de mayo. Esta cita será la única en la que coincidirán todos los candidatos, dada la negativa de Isabel Díaz Ayuso a participar en otras. Lo que ha facilitado que hayan sacado un amplio repertorio para intentar destacar sobre sus adversarios. Dichos recursos han estado marcados por la búsqueda de desacreditar al rival que han llevado a unos cruces agrios, que han sido especialmente acusados entre los bloques de derecha e izquierda. Y que han salido a relucir especialmente cuando se ha hablado de coronavirus. Una contienda en la que han destacado Ayuso y Pablo Iglesias, que se han buscado mutuamente mientras el resto de aspirantes buscaban su sitio. 

Lo que aspiraba a ser un 'todos contra Ayuso' finalmente ha sido un encuentro en el que los enfrentamientos han sido más variados de lo esperado. Las dos horas y 10 minutos de debate no han estado centradas en la figura de la presidenta, ya que sus rivales han polemizado entre ellos en numerosos momentos. Quienes sí han buscado constantemente a la presidenta madrileña han sido Mónica García, de Más Madrid, y sobre todo, el líder de Unidas Podemos. Este último es el que ha abierto el fuego contra la 'número 1' del PP, a la que ha preguntado en todo momento por cifras relacionadas con la crisis del coronavirus. Algo a lo que Ayuso ha respondido en algunas ocasiones, mientras en otra ha atacado al Gobierno central o ha criticado la labor de Iglesias cuando era vicepresidente de ese Ejecutivo.

La pandemia es lo que más ha encendido los ánimos. Y ha dejado momentos de acrimonia entre todos ellos. Como cuando Rocío Monasterio ha acusado a Iglesias de ver series durante la crisis sanitaria "a 30 muertos por capítulo". Unas acusaciones que este ha ignorado. Pero que le han servido para poner sobre la mesa varios datos de fallecidos, contagiados e ingresos, con el fin de reprochárselos a Ayuso. Línea que ha seguido Mónica García, recordando que trabajó en el Hospital 12 de octubre durante la etapa del confinamiento. Es ahí cuando el tono ha comenzado a elevarse, con la presidenta diciendo que Iglesias da "vergüenza ajena". También ha ironizado con que García era "la única que había trabajado" durante esas semanas difíciles. A lo que ha sumado una acusación contra ellos y el aspirante del PSOE, Ángel Gabilondo, de "usar el dolor de las familias" de los fallecidos por el virus. 

Los protagonistas de la mayoría de polémicas, por sus palabras o por alusiones a las mismas, han sido Ayuso, Iglesias y García. La candidata de Vox es la que más acusaciones ha lanzado contra todos ellos, entre críticas a las restricciones y promesas de que si gobierna acabará con todas ellas para que los madrileños "puedan vivir" a pesar de la pandemia. Lo que ha llamado la atención es que Monasterio no ha intentado polemizar con la jefa de filas del PP. Sí lo ha hecho con Edmundo Bal, de Ciudadanos, con el que ha protagonizado una competición por ver cuál lograba postularse mejor para un hipotético pacto con Ayuso. Bal tampoco se ha lanzado a por esta última, aun con los reproches de que disolvió la coalición que compartían sus partidos para adelantar las elecciones. Por lo que la presidenta ha evitado un 'fuego amigo' que podría haberle desgastado aún más. 

El choque político también ha estado motivado por la gestión de la 'zona cero' de la pandemia: las residencias de ancianos. El que ha abierto en esta ocasión el fuego ha sido Gabilondo, al recordarle a Ayuso los protocolos que instaban a no derivar a hospitales a los residentes de comienzos de la pandemia. A esto se ha sumado Iglesias, que ha recordado las cifras de fallecidos en los centros. El contraataque de la presidenta madrileña ha sido la de acusar al exvicepresidente del Gobierno de ser el auténtico responsable de atender a los mayores. Un momento en el que han vuelto a monopolizar el debate, al echarse en cara mutuamente el papel que jugó cada uno en aquellos meses. Ha sido ahí cuando la líder del PP ha reivindicado a la ministra de Defensa, Margarita Robles, por ser la que según ella ayudó a su autonomía. A lo que Iglesias ha respondido recordando que fue él quien solicitó que la Unidad Militar de Emergencias (UME) desinfectara los centros.

Gabilondo acepta ahora a Iglesias

Lo que sí han dejado claro casi todos los aspirantes es con quienes quieren vincularse para un hipotético gobierno tras el 4-M. La única excepción ha sido Ayuso, que ha evitado el 'cortejo' de Ciudadanos y Vox para que les elija como socios de coalición. Unas diferencias entre ambos que ha querido destacar Edmundo Bal, al asegurar que en las urnas lo que estaba en juego era que o ellos o Monasterio marcaran el paso al PP. La novedad ha llegado por el lado de la izquierda. La cita ha servido para que Gabilondo admita que no solo necesita a Más Madrid para gobernar, sino que no tiene más remedio que contar con Pablo Iglesias. Por lo que se ha dirigido directamente a él para decirle que "tenemos 12 días para ganar las elecciones". Lo que no se traduce en que le vea como su vicepresidente, ya que el socialista ha insinuado que quiere su apoyo de manera externa.

El debate ha terminado con unos minutos de oro que no han dejado grandes frases ni anécdotas que vayan a ser tendencia en las redes. Ayuso ha insistido con su "Comunismo o Libertad", Iglesias se ha dirigido a los indecisos y Gabilondo ha reclamado a la gente que vote "por Madrid". García ha lanzado un mensaje a sus hijos, Monasterio ha asegurado que traerán más seguridad y Bal se ha erigido como el candidato "contra los bandos". Más allá de estas intervenciones, las pocas anécdotas han ocurrido cuando la candidata de Vox ha asegurado que le tuvo que explicar qué era el coronavirus a su rival de Más Madrid, que es médica de profesión. O cuando Iglesias ha reprochado a Ayuso su relación con el empresario Quique Sarasola. 

De lo que apenas se ha hablado es sobre la polémica que ha marcado la semana, que es el cartel electoral de Vox contra los menores no acompañados. Monasterio ha insistido en la cuestión e incluso ha sacado la misma imagen. Pero solo Iglesias ha hecho un reproche al respecto, al asegurar que se trataba de "propaganda filonazi". La contienda ha acabado sin grandes polémicas. Con la excepción de que Ayuso y García no se han saludado al final. 

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