Mañana comienza el macrojuicio contra el entramado juvenil de eta, en el que se juzga a 28 miembros de segi


Este lunes comienza en la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares el macrojuicio contra 28 miembros de la organización juvenil vinculada a ETA, Segi, a los que se imputa un delito de integración en organización terrorista por el que el fiscal pide seis años de prisión y pena accesoria de inhabilitación especial para el derecho de de sufragio pasivo por el tiempo de la condena e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de 8 años.
Los encausados son Xabier Arina Echarte, Ander Maeztu Aeztu Arteaga,Garazi Autor Pueyo, Izaskun Goñi Juarez, Ohiana López Cestao, Imanol Salinas Ijurco, Eneko Villegas Amezqueta, Ibon Esteban Scaloni, Egoi Irisarri Alzueta, Endika Pérez Gómez, Imanol Beristain Gutiérrez, Rubén VilIa Esnaola, Xabat Moran Ruiz, Ikoitz Arrese Otegi, Iratí Tobar Eguzkitza, Saioa Zubiaur Urraza, Xabier Vidaurre Sanz, Ainara Ladrón Urbieta, Aitziber Plazaola Oregui, Beñat Lizeaga Urkidi, Jacint Ramírez Cruz, Julen Joseba Zuaznabar Abendaño, Xalbador Ramírez Cruz, Aiala Zaldivar Alvarado, Bergoi Madernaz del Pozo, Igarki Robles Martínez del Campo, Marina Sagastizabal Emilio Yus y Ainoa Villaverde Barrutiabengoa,
Tras su detención en 2010, el fiscal solicitó el ingreso en prisión incondicional de Saioa Zubiaur Urraza, Ainhoa Villaverde Barrutiabengoa, Garazi Autor Pueyo, Eneko Villegas Amezqueta, Izaskun Goñi Juárez y Oihana Lopez Cestao.
A todos ellos les imputaba un presunto delito de integración en organización terrorista al considerar que pertenecían a un segundo nivel en Segi, a la que se considera la cantera de la organización terrorista. Los seis habrían asumido la dirección de la organización tras las sucesivas desarticulaciones llevadas a cabo por las Fuerzas de Seguridad, según el Ministerio del Interior.
Izaskun Goñi Juárez era la camarera del bar 'Zurgai' de Pamplona y ya fue absuelta en su momento de un delito de enaltecimiento del terrorismo por la Audiencia Nacional en una sentencia en la que se defendía que la exhibición de fotografías de presos podía interpretarse en "clave de crítica política".
Tras la caída de Eneko Compainsen en octubre de 2010, Garazi se erigió en “responsable de Segi en Navarra”. Una organización “terrorista” que, según explicaba el juez Grande-Marlaska en un auto, era ya “la única estructura que sintoniza plenamente con los planteamientos más radicales de ETA”.
Segi, decía, es el arma que la banda emplea para controlar y mantener activo el “frente juvenil” y “dinamizar” la 'kale borroka'. Entre otras actividades, también realiza labores de “captación, formación, concienciación, entrenamiento, recaudación de fondos, etc”.
Cientos de personas se concentraron la pasada semana en solidaridad con los 28 acusados, cuyo juicio comenzará el lunes y que puede prolongarse a lo largo de varias semanas. Los manifestantes pidieron su absolución y el fin de "los juicios políticos".
En una declaración leída durante ese acto, se insistió en el deseo de que los pasos dados y el "proceso democrático comenzado en los últimos años" lleven a un futuro en que la "confrontación" se desarrolle sólo en el "ámbito político". Por eso, consideraron "fuera de lugar" los nuevos "impedimentos con los que tratan de poner obstáculos a la solución".

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