Diez mandamientos para tomar el sol con cabeza

  •  El sol no perdona y desde el primer segundo que nos expongamos debemos estar bien protegidos para no dañar la piel. 
Sombrero fedora de mujer en color rojo
Sombrero fedora de mujer en color rojo

Aunque debemos protegernos todo el año, en estos días la precaución debe ser mayor.¿Me pongo más moreno si no utilizo ninguna protección? ¿Qué filtro solar necesito? ¿Qué fototipo soy? Te proponemos diez mandamientos de la mano de El Corte Inglés para lucir el moreno más saludable.

Ya sea en la playa, en la montaña o en la ciudad toca protegerse de la radiación solar para conseguir el bronceado ideal sin pasar por las terribles quemaduras, las manchas de la piel, la aparición de arrugas… No olvidemos que las lesiones en la piel pueden ser irreversibles si tomamos en exceso el sol sin protección.

Primer mandamiento, toma el sol con cabeza. El astro rey es uno de los causantes del envejecimiento prematuro de la piel y ‘tostarse’ con cabeza será fundamental. Lo primero, buscar los mejores aliados para combatirlo.

Desde pamelas a sombreros o gorros se vuelven inseparables estos días. Cuando vamos a tomar el sol no hay que olvidarse de proteger la cabeza ya que la radiación solar también le afecta y es una  zona en la que no ponemos nunca protección. La pamela y la visera ayuda a proteger también la piel de la cara, mucho más sensible que el resto y donde los signos de un envejecimiento prematuro más se notan.

 

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El segundo, acabar con la máxima de que cuanta menos protección nos pongamos más morenos acabamos. Recibir los primeros rayos de sol con un protector entre FPS30 y es lo más adecuado.

Las células de la piel expuestas al sol producen melanina, un pigmento marrón que protege de la acción de las radiaciones, pero dependerá del fototipo de piel que tengamos para ponernos más o menos bronceados. Se cae el mito de que no me pondré más moreno si no utilizo protección, simplemente estaremos menos protegidos.

El fototipo cutáneo de una persona se define por su capacidad de reacción ante la exposición solar. Su clasificación va de 1 a 6. Cuanto mayor es ese valor numérico, más cantidad de melanina genera la piel.

Así, las pieles oscuras, por su fototipo de piel, tenderán menos a las quemaduras, pero más a las manchas, por lo que no hay que bajar la guardia con la protección.

Una persona con la piel clara y un cabello rubio  tenderá a las quemaduras  con mucha facilidad y apenas se bronceará,  por lo tanto necesitará una protección alta (+50).

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El tercer mandamiento, proteger a los más pequeños. Si un adulto debe protegerse pongámonos en la piel de un niño. Son los que más disfrutan del agua, pero también a los que más hay que cuidar. Su piel es más sensible a las quemaduras solares y por eso hay que estar bote en mano constantemente y buscar protectores de 50+ o protección total para dar jaque mate a las quemaduras. 

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El cuarto mandamiento será evitar los atracones de sol.  Las primeras exposiciones deberán ser progresivas en dosis de 10, 15 o 20 minutos y, preferiblemente, en movimiento.

El quinto, huir de las horas más perjudiciales. Hay que evitar tomar el sol cuando los rayos ultravioletas sea menos dañinos. Recordar: no hay que exponerse de las 12 a.m. a las 17: p.m.

El sexto, ser conscientes de dónde estamos. Las radiaciones solares aumentan un 4% por cada 300 metros de altitud.

El séptimo, ¡cuidado si está nublado! No por no ver el sol estamos más seguros. Las nubes atenúan la sensación de calor pero las radiaciones solares siguen actuando.

El octavo, no dejarnos la crema en casa. Repite las aplicaciones del protector solar cada dos horas y siempre después de cada baño, aunque la pantalla de la crema sea water resistant. La crema solar la tenemos que poner 30 minutos antes de tomar el sol para que la piel lo absorba. Y cuidado, hay que protege los labios, orejas y pies. Son zonas muy sensibles y normalmente nos olvidamos de ellas.

El noveno, usar el filtro solar adecuado.  Son los principales protagonistas de nuestro protector solar. Reflejan, absorben o dispersan los rayos solares, protegiendo la piel de efectos dañinos.  Existen tres tipos de filtros según su mecanismo de acción.

1.- Por un lado están los físicos o minerales, sustancias inertes que aplicadas en la piel reflejan la luz solar como un espejo. Son los que dan un color blanquecino, y deberíamos saber que es un añadido de seguridad. Según va desapareciendo el tono blanco es una señal de que nos estamos quedando sin protección. Son los más adecuados para los más pequeños.

2.- Otro tipo de filtro es el químico u orgánico.  Presentan una textura más fresca y ligera que los filtros físicos. Son absorbidos por la piel. Al entrar en contacto con la radiación solar se activan. Absorben la radiación solar y la modifican para minimizar el impacto de la radiación sobre la piel.  Son los más comunes y prácticos, pero las pieles atópicas sufren más con ellos.

3.- Por último, están los filtros biológicos. Consisten en añadir a los filtros anteriores antioxidantes como el regaliz o las vitaminas A, C y E. Las dos últimas son unas grandes aliadas de ralentizar el envejecimiento cutáneo.

El décimo, mantener el tono con cabeza. Para alargar el bronceado existen diferentes productos que ayudan a mantener la hidratación de la piel y por lo tanto favorecen un bronceado más duradero. Un truco es seguir utilizando el aftersun. Si la piel sigue tostada se puede sustituir por la crema hidratante de después de la ducha. Aquí un gran aliado es también la nutricosmética, que mediante betacarotenos (precursores de la vitamina A antioxidante) consigue un broceado gradual y que se mantenga en el tiempo.

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En definitiva, tomar el sol con cabeza es la mejor forma de cuidar y proteger nuestra piel. Siguiendo estos consejos presumiremos de un moreno saludable sin poner en riesgo nuestra piel. Se ha demostrado que a partir de los 25 años la piel va perdiendo colágeno y elastina, las células se oxidan y se daña el ADN, de ahí su complejidad y capacidad para regenerarse. Este proceso es de origen genético.

En El Corte Inglés, tanto en sus centros, como la web, encontraremos todo lo necesario para que en la parte que podemos evitar ayudemos a nuestra piel con cabeza, con productos de calidad y de forma económica.

Y recuerda, lo principal es protegerse, cuidar los tiempos de exposición, y ser especialmente cuidadosos con los niños.  Evitemos pasar del blanco nuclear al rojo cangrejo. Mimemos la piel antes, durante y después de tomar el sol y presumamos de moreno desde ya y hasta que podamos alargarlo.

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