Madrid.- El sindicato ultraderechista Manos Limpias, que interpuso la querella contra Baltasar Garzón por declararse competente para investigar los crímenes del franquismo, ha expresado su repulsa ante el apoyo mostrado ayer al juez por la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
En un escrito dirigido a la embajada de la República Argentina en España, el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernard, manifiesta su "total rechazo y repulsa a la injerencia de la presidenta de su país en asuntos de la Justicia española".
Según Bernard, el encuentro que Fernández de Kirchner mantuvo ayer con Garzón supone un aval "a un imputado en tres causas penales" y una "censura" a la Justicia española.
"Su presidenta se descalifica por sí misma en sus actuaciones y manifestaciones y debería preocuparse de sanear un entrañable país al cual le ha sumido en una ruina económica e institucional", concluye el escrito.
Tras la entrevista que mantuvo ayer con Garzón, que el pasado viernes fue suspendido cautelarmente por el Consejo General del Poder Judicial, Fernández de Kirchner dijo a Efe que la medida adoptada contra el juez le parece "una regresión en la concepción de la justicia universal en materia de derechos humanos".
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