La mansión, ahora abandonada, de la estrella del tenis Boris Becker ha sido ocupada por un alemán que asegura que va a darle una nueva vida, según informa el medio británico Metro. El gurú hippy, Georg Berres, afirma que no sabía que la casa pertenecía al campeón de Wimbledon hasta que lo vio en la prensa alemana la semana pasada.
Berres se mudó a la propiedad, cerca del pueblo mallorquín de Arta, con varios amigos como okupas ilegales, y desde entonces han estado arreglando la propiedad que actualmente se encuentra en estado de total abandono, y planean convertirlo en un centro para seminarios y eventos "interesantes".
El alemán, un ex carpintero de 44 años, declaró a los periódicos alemanes que se iría si la policía le decía que se fuera pero, hasta ahora, la Guardia Civil no ha recibido ninguna denuncia del propietario de la propiedad.
La estrella del tenis Boris Becker saltó a la fama en 1985 cuando se convirtió en el tenista más joven en ganar Wimbledon, con 17 años. Becker, que se declaró en bancarrota en junio de 2017, llegó a tener un patrimonio valorado en más de 30 millones de euros.
Entre ese patrimonio se encuentra 'Son Col', la villa mallorquina que compró en 1995 a través de una empresa española y que puso a la venta por un breve periodo de tiempo en 2007 por casi 15 millones de euros.
La mansión casi ha sido subastada dos veces para poder pagar varias deudas contraídas por el tenista. Becker evitó una primera subasta en 2012 después de pagar a una empresa de jardinería 360.000 euros.
La segunda tuvo lugar en junio de 2014, llevando a cabo a última hora un pago a una empresa de construcción a la que le debía dinero. Un tribunal de Palma suspendió la subasta después de que Becker pagara a la constructora Melchor Mascaro, con sede en Palma, los 3.858.000 euros que debía por trabajos de mantenimiento, fontanería, electricidad, carpintería y por una cancha de baloncesto. Este mismo tribunal ya había ordenado al tenista alemán pagar el dinero en julio de 2012, después de que la empresa de construcción le demandara.
Berres, se mudó a Mallorca en 2014, con 'grandes proyectos' para la propiedad:"Podría ser un lugar para reuniones, nos gustaría plantar vegetales, ofrecer seminarios sobre energía renovable y otras cosas que interesan a las personas", ha dicho.
En otras declaraciones al periódico Mallorca Zeitung, el gurú alemán aseguraba que "no ocupamos casas, las salvamos, no reclamamos propiedades, no nos interesa nada más que vivir en una casa libre de impuestos y devolverle algo a la familia de la casa."
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