Margallo recuerda que UE da pasos desde 2012 para relación bilateral con Cuba

  • El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha recordado hoy que la UE abrió la puerta en noviembre de 2012 a una nueva relación bilateral con Cuba y que lo hizo "con bastantes meses de antelación" a que se iniciase la discusión con Estados Unidos, "cuyo final feliz vimos ayer".

Madrid, 18 dic.- El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha recordado hoy que la UE abrió la puerta en noviembre de 2012 a una nueva relación bilateral con Cuba y que lo hizo "con bastantes meses de antelación" a que se iniciase la discusión con Estados Unidos, "cuyo final feliz vimos ayer".

García-Margallo ha hecho esta breve referencia al inicio del diálogo para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos durante su comparecencia en la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado.

El ministro se ha referido así a la decisión de la UE de noviembre de 2012 de autorizar a la entonces jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton, a explorar un acuerdo bilateral con Cuba que a medio plazo pudiera permitir normalizar sus relaciones y superar la "posición común" que ha regido la política de los Veintiocho con La Habana desde 1996.

En 2010, la presidencia española de la UE propuso avanzar desde esa posición unilateral hacia una nueva relación bilateral, y fue entonces cuando Ashton recibió el mandato de abrir un periodo de reflexión.

La UE y Cuba, el único país de América Latina con el que la unión no tiene un acuerdo bilateral, sostuvieron una primera ronda de conversaciones en abril pasado en La Habana, y en agosto celebraron la segunda fase del diálogo en Bruselas.

La pasada semana y a petición de Cuba se aplazó la tercera ronda de negociación prevista para enero de cara a lograr ese acuerdo bilateral de diálogo político y de cooperación.

La posición común, impulsada en 1996 por el Gobierno de José María Aznar, condiciona las relaciones con Cuba a la promoción de la democracia y al respeto de los derechos humanos, defendiendo el contacto directo con los disidentes.

La supresión de esa "posición común" exige que sea una decisión adoptada por la unanimidad de los Veintiocho, una vez que el Consejo de la UE considere que ése es el paso adecuado. EFE

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