Martínez Llamas dice que "los celos son patológicos, estúpidos y no sirven para nada"

  • León.- El médico y escritor Antonio Martínez Llamas ha indagado en su última novela, "Praga 2007", sobre las trágicas consecuencias que puede desencadenar un "amor posesivo" y ha asegurado que "los celos son patológicos, estúpidos y no sirven para nada".

Martínez Llamas dice que "los celos son patológicos, estúpidos y no sirven para nada"
Martínez Llamas dice que "los celos son patológicos, estúpidos y no sirven para nada"

León.- El médico y escritor Antonio Martínez Llamas ha indagado en su última novela, "Praga 2007", sobre las trágicas consecuencias que puede desencadenar un "amor posesivo" y ha asegurado que "los celos son patológicos, estúpidos y no sirven para nada".

Martínez Llamas (León, 1952) ha concedido una entrevista a Efe con motivo de la presentación de su nuevo libro, que narra la historia de un joven filólogo ciego que, movido por los celos, maquina el asesinato de su pareja al descubrir que ella, prostituta de "alto standing", le había mentido sobre su profesión.

Ese es el punto de inicio de "una novela de amor intenso con un final dramático" que, en palabras del autor, refleja cómo una relación que podía haber sido "maravillosa" acaba convirtiéndose en la crónica de un crimen "pérfido" y "maquiavélico".

Para Martínez Llamas, premio nacional de novela histórica Alfonso X, el protagonista no encuentra otro modo de salir del nudo de celos en el que se ha enredado más que a través del asesinato.

El escritor y médico ha hecho hincapié en que esta obra es un alegato en contra de la violencia machista y de los propios celos, que son "muy poco aconsejables" y "no sirven para nada".

Ha advertido de que los celos, como patología clínica, pueden adentrar a las personas en un "terreno peligroso" en el que, si no se consigue el amor deseado de forma directa, se comienzan a ver "enemigos" en todo el mundo que está alrededor.

Esa obsesión enfermiza, denominada celotipia, es la que incita al joven protagonista a actuar de ese modo y a cometer ese "lamentable asesinato", en lugar de comprender a la otra persona o de romper la relación.

En opinión del novelista, los celos "conviene hacérselos mirar cuando ocupan demasiado espacio en el comportamiento afectivo" o cuando se percibe que alguien nos presiona y no nos deja ser libres.

A este respecto, ha citado algunas frases que, según ha dicho, son más comunes de lo deseable y que definen a un celoso posesivo como, por ejemplo, "¡Llegas tarde!", "¿Con quién has estado por ahí?" o "Yo no espero diez minutos ni por mi madre".

"Detrás de grandes celosos hay grandes mujeres enamoradas", ha resaltado Martínez Llamas, quien ha subrayado que estos hombres suelen ser gente "muy inteligente" en el control de sus relaciones, pero que corren el riesgo de sobrepasar el límite y, en el peor de los casos, recurrir a la agresividad y "terminar en el Telediario".

No así las mujeres celosas, ha proseguido, que generalmente demuestran un comportamiento "más condescendiente" en las relaciones amorosas y cuando sobrepasan el límite tienden a la depresión o al maltrato psicológico de su pareja.

A su juicio, los hombres tienen mucho que "purgar" por esas respuestas agresivas, ya que las situaciones de violencia machista que se ven a diario en España y en el mundo latino son "muy preocupantes".

"En el modo de ser mediterráneo se ve bien al celoso; más que a la celosa. Se ve a la mujer celosa como una persona 'demasiado pesadita', pero al celoso se le hace una especie de vanagloria", ha lamentado.

La novela será presentada esta tarde en el Parador de San Marcos por el autor, que resume a modo de lección: "El amor no puede tener ni precio ni dueño. El amor o se da o se recibe. No hay nada peor que el amor posesivo. Y los celos son su peor satélite".

Javier de Miguel

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