Barcelona, 15 may.- El Govern que preside Artur Mas ha presentado un nuevo plan de ajuste de 1.500 millones con despidos en empresas públicas, privatizaciones, congelación de subvenciones y una nueva tasa para la FP, aunque fía su éxito a las medidas del Gobierno en educación y sanidad que antes consideró irreales.
De manera excepcional, el presidente catalán ha comparecido acompañado del conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, para exponer su tercer plan de ajuste en dos años, pero no ha facilitado ninguna cifra concreta de cada una de las medidas que contiene.
Mas ha dicho sentirse "obligado" a aplicar estos ajustes por culpa del Gobierno actual y del anterior, ha advertido al Ejecutivo central de que no aceptará "lecciones" sobre el déficit y ha destacado que el pacto fiscal habría evitado estos nuevos recortes.
Aunque el Gobierno calculó en 10.000 millones el ahorro en sanidad y educación derivado de sus decretos, a finales de abril el Govern opinó que los números no cuadraban y que, de los 1.500 millones que supuestamente debía ahorrar la Generalitat, el rendimiento real sería solo de unos 150 millones.
En la rueda de prensa de hoy, Mas ha vuelto a poner en duda los cálculos del Gobierno, pero ha recordado que la Generalitat necesita del visto bueno de Hacienda a su plan de ajuste en la reunión del jueves del Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Con ese argumento, Mas ha presentado un ajuste que, sin concreciones, ha dicho basarse de forma sustancial en las medidas de ahorro impulsadas por el Ejecutivo central en sanidad y educación, y que prevé que puedan ser complementadas en un futuro.
Además de las medidas requeridas por el Estado, el gobierno catalán ha anunciado hoy varias medidas propias: una tasa para la Formación Profesional de grado superior, una reducción "significativa" de las transferencias a las empresas públicas, que conllevará reducción de plantillas en algunas de ellas, la congelación de la concesión de subvenciones y, sin concretar, algunas privatizaciones y venta de patrimonio inmobiliario.
Una de las medidas de calado del plan es que se recortarán "significativamente" las transferencias a las empresas públicas que dependen de la Generalitat, por lo que ha concluido: "No puede haber las mismas plantillas. Hace falta que haya un ajuste de las estructuras de las empresas públicas a la realidad que vivimos".
El Govern ha explicado que recortará un 5 % la remuneración a aquellos empleados de la justicia o las universidades que, a pesar de ser empleados del Estado, reciben complementos de la Generalitat.
Por otra parte, el Govern confía en la privatización de diversas empresas públicas para aumentar sus ingresos, aunque no ha explicado cuántos ingresos extra a los presupuestados espera obtener.
Los presupuestos de la Generalitat para 2012 ya preveían unos ingresos por privatizaciones y venta de patrimonio por 888 millones de euros, y el Govern ha dicho mantener su intención de privatizar las concesionarias públicas Tabasa y Túnel del Cadí, que debe fusionar primero para vender después; la empresa Aigües Ter-Llobregat, la principal compañía abastecedora de agua del área metropolitana de Barcelona, y la antigua ICF Equipaments, hoy Eecat.
Mas, que ha querido así "dar la cara", ha dicho que estas medidas las toma "obligado" por unas circunstancias extremas y por "errores de los demás", y ha garantizado a los catalanes que este plan, aunque provocará "incomodidades", no traspasa las "líneas rojas" de los derechos básicos y los servicios esenciales.
El presidente catalán se ha limitado a exponer los ámbitos afectados por el plan, pero ni él ni Mas-Colell han dado detalles del impacto concreto que tendrá cada medida, alegando que el Govern está perfilando aún el plan de ajuste que se presentará el jueves en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Mas ha comentado incluso que, si bien su intención es hacer "lo máximo" para cumplir el límite de déficit marcado del 1,5 % del PIB, no lo puede garantizar por completo, dado los "interrogantes y el cierto grado de incertidumbre" del contexto actual, e incluso ha recordado que la Comisión Europea ya ha augurado que España no podrá cumplir con el déficit marcado en 2012. EFE
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