Masiva manifestación de funcionarios contra el nuevo Gobierno austríaco

Viena, 18 dic.- Unas 40.000 personas, según cálculos de la Policía y de los sindicatos convocantes, se han concentrado hoy en el centro de Viena para reclamar subidas salariales para los funcionarios y denunciar la reforma de las condiciones laborales de los maestros.

La masiva manifestación tiene lugar sólo dos días después de la jura del nuevo Gobierno de coalición formado por socialdemócratas y conservadores.

El sindicato de trabajadores públicos convocó esta protesta para reclamar un aumento salarial de los maestros del 2,3 por ciento, para compensar el hecho de que en 2012 no se ajustara la inflación.

El Gobierno ha ofrecido una revisión de los sueldos del 1,7 por ciento.

Según la radiotelevisión austríaca ORF, unos 230 autobuses han traído a Viena a funcionarios y trabajadores públicos de todo el país para participar en la protesta.

"Menos dinero para los bancos, más dinero para nosotros" o "No podéis jugar con nosotros" fueron algunos de los lemas mostrados o coreados por los manifestantes.

"A quien no le impresione esto, es que no tiene corazón", declaró Fritz Neugebauer, líder del Sindicato de Función Pública, al referirse a la masiva respuesta a la convocatoria y a la estruendosa pitada dirigida al Gobierno por parte de los manifestantes.

El sindicalista, que no se refirió a la posibilidad de una huelga, aseguró que su colectivo está dispuesto a negociar y acepta que se realicen reformas con sentido, pero denunció que el concepto de "reforma se ha convertido hoy día en una amenaza".

También hubo una fuerte pitada en relación con la nueva normativa laboral de los maestros, que aumenta el salario inicial pero ralentiza el ritmo al que crecen las retribuciones y eleva el número de horas lectivas.

El Parlamento aprobó el martes esta reforma pese a la oposición de los representantes de los maestros.

Unos 9.500 estudiantes universitarios se echaron ayer a la calle en las principales ciudades de Austria para denunciar la desaparición del Ministerio de Ciencia, cuyas competencias quedan incluidas dentro del de Economía.

Esa medida del nuevo Ejecutivo ha sido criticada también por rectores y profesores e incluso por miembros de los partidos que forman la coalición de Gobierno.