Medvédev firma un decreto para el desarrollo económico de las islas Kuriles

  • El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, firmó hoy un decreto para el desarrollo social y económico de las islas Kuriles (en el océano Pacífico), cuya soberanía reclama Japón desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Moscú, 24 sep.- El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, firmó hoy un decreto para el desarrollo social y económico de las islas Kuriles (en el océano Pacífico), cuya soberanía reclama Japón desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

"Espero que todo se haga sin dilaciones. Nuestro país no puede olvidarse de esos lejanos rincones", aseguró Medvédev, citado por las agencias locales.

Entre otras cosas, las autoridades rusas se proponen construir varias carreteras para unir los principales centros de población de las cuatro islas del archipiélago, muy rico en hidrocarburos, minerales y pesca.

Medvédev se marcó como objetivo la modernización de las infraestructuras y la mejora de las condiciones de vida en las islas cuando se convirtió en noviembre de 2010 en el primer dirigente ruso que visitaba las Kuriles, que fueron anexionadas por Moscú en 1946.

Desde entonces, ha ordenado la asignación de fondos para el desarrollo de la zona y para el aumento de la presencia militar rusa, lo que incluye el despliegue de armamento moderno, como baterías antiaéreas, en las estratégicas islas.

El primer ministro ruso se propone frenar el éxodo de habitantes de las islas (situadas a unas pocas decenas de millas marinas de la isla japonesa de Hokkaido), que han reducido a menos de 20.000 su población desde la caída de la URSS, en 1991.

Las autoridades niponas, que mantienen que las islas son "parte ancestral" de Japón, criticaron con dureza la última visita a Medvédev a las Kuriles en julio pasado.

La desavenencia por el control del archipiélago, conocido como Territorios del Norte en Japón, ha evitado que ambos países hayan firmado un tratado de paz permanente tras la Segunda Guerra Mundial.

En 1993 los entonces presidente ruso, Borís Yeltsin, y primer ministro nipón, Morihiro Hosakawa, firmaron la Declaración de Tokio, que dejaba abierta la posibilidad de negociar la soberanía de las islas.

No obstante, debido a la intransigencia japonesa, el Kremlin ha endurecido en los últimos años su postura y se niega a revisar sus fronteras.

Las cuatro islas Kuriles del sur (Kunashiri, Etorofu, Shikotan y Habomai para los japoneses) y sus aguas son ricas en pesca y productos como oro, plata, hidrocarburos y titanio.

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