Mentar la bicha

  • Antonio del Rey.

Antonio del Rey.

Madrid, 13 jun.- Estaba claro a qué iban a jugar hoy los políticos en la sesión de control: la oposición, a pedir cuentas por el "rescate" a la banca, y el Gobierno, a eludir el término maldito, pero sin dejar de exhibir parabienes y felicitaciones por la suerte que tiene España de recibir 100.000 millones de "ayuda" europea.

La más lanzada ha sido Rosa Díez, de UPyD, tan profesoral en su papel que parecía una logopeda cuando pedía al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que llamara a las cosas por su nombre.

"Dígalo conmigo: Res-ca-te", le ha espetado mientras recordaba los ya lejanos tiempos en que Zapatero tenía alergia a la palabra "crisis"; "no le va a pasar nada por reconocer la verdad", ha insistido.

Se sabe que a Rajoy no le gustan nada los consejos de Rosa Díez y hoy ha vuelto a emplear su tono más duro con ella, confesándole que en la pasada legislatura no le prestaba mucha atención, por lo cual no recuerda lo que decía o dejaba de decir en el hemiciclo.

La ha despachado reclamándole más coherencia y con reproches por su estrategia de "arremeter contra todo".

También otro interpelante, el diputado de ICV Joan Coscubiela, ha instado a Rajoy a dejar de "engañar" con las no repercusiones del "rescate" y le ha animado a enfrentarse a los "poderosos", aunque para ello debería demostrar que el PP no es el Partido de los Poderosos, chiste que los "populares" han acogido con un irónico "ja-ja-ja".

Por supuesto, sin mencionar el término "rescate", Rajoy ha aprovechado su pregunta para ofrecer tranquilidad a la población.

El plan de recapitalización europeo, ha recalcado, "es un crédito que va a pagar la propia banca y debemos celebrar que nuestros socios europeos nos hayan ayudado".

Ha sido el jefe de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, el último en preguntar al presidente, y lo ha hecho incidiendo en los detalles del -otra vez el palabro- "rescate" a España.

Según ha advertido, "el diablo está en los detalles", y es preciso que una comisión de investigación aclare la "letra pequeña" de la ayuda.

La respuesta de Rajoy ha sido un sonoro "más Europa", sí, porque "esto sólo se arregla haciendo los deberes en casa y con más Europa y más integración", ha remachado, incluida la fiscal y la bancaria.

Y para demostrar que su apuesta va en serio, ha revelado que antes de la reunión del Eurogrupo envió una carta a los líderes europeos para que se tomen decisiones rápidamente en el seno de la UE.

Como España no dispone de los 100.000 millones que Europa va a prestar a la banca, se ha mostrado "satisfecho" del empujón recibido y ha recriminado a los socialistas que no actuaran hace años e incluso hicieran gala de que España tenía "el mejor sistema financiero del mundo".

Antes de marcharse, Rajoy se ha quedado a escuchar la respuesta que Soraya Sáenz de Santamaría ha dado a la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, en un "cara a cara" que ha tenido al mismo presidente como protagonista.

Porque Rodríguez le ha echado en cara que no compareciera "el día en que más le necesitaba el país", cuando el sábado el Eurogrupo acordó el crédito multimillonario. Y aunque lo hizo el domingo, después se marchó a Polonia a ver el fútbol.

Fueron quince horas y media de viaje, más tiempo que el que, según sus cálculos, ha dedicado desde que es presidente a comparecer en el Congreso: 12 horas y diez minutos.

La vicepresidenta del Gobierno ha contraatacado poniendo el punto de mira en el "ojo clínico" de Rubalcaba, que decía cuando era ministro que la banca española estaba bien supervisada.

La sesión ha continuado con más preguntas del PSOE sobre el "rescate" a los ministros de Economía, Hacienda y Sanidad, cuyos titulares nunca han pronunciado esa palabra en sus respuestas.

Con una excepción, la titular de Sanidad, Ana Mato, que sí la ha utilizado para aseverar que es falso que haya "recortes" ni "rescate".

Todo ello en una agitada sesión en la que han entrado los "hombres de negro" en el Congreso, pero no los del ministro Cristóbal Montoro, sino unos mineros que han exhibido camisetas negras alusivas al conflicto de la minería desde la tribuna del público.

Según Montoro, los hombres de oscuro no han llegado ni van a llegar, pero a los mineros el presidente del Congreso, Jesús Posada, les ha echado del hemiciclo por alterar el orden.

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