Mercedes Armas, la juez conservadora que tiene en sus manos a Puigdemont

  • La magistrada aún no ha llamado a declarar al presidente y su gobierno pese a las reiteradas desobediencias a sus resoluciones
Puigdemont logra votar
Puigdemont logra votar

La enorme crisis de Estado generada por el referéndum soberanista tiene varios actores principales. De un lado, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, impulsor de la consulta ilegal del 1-O, que derivó en disturbios. De otro, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que debe decidir si aplica el artículo 155 de la Constitución para frenar la marea independentista de las instituciones catalanas. Pero hay otra actora que, hasta el momento, ha pasado mucho más desapercibida. Se trata de Mercedes Armas, la juez del caso contra Puigdemont y todos los cargos de su Gobierno que se investiga en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). La magistrada que, en el marco de esa investigación, amparó las cargas policiales en los colegios electorales el pasado domingo.

Armas, que investiga a Puigdemont por desobediencia, prevaricación y malversación de fondos públicos, no ha tomado todavía ninguna decisión contra el president. Ni siquiera le ha llamado a declarar, pese a los reiterados incumplimientos de sus órdenes por la Generalitat. Su última decisión, conocida ayer, fue la de pedir al Ministerio del Interior el plan de coordinación entre Mossos, Policía Nacional y Guardia Civil para afrontar el 1-O. La reclamación parece apuntar a la inacción de los agentes de la policía autónoma catalana ya que exige conocer “los cometidos encargados a cada cuerpo”, su “grado de cumplimiento”, las “incidencias” que se produjeron durante su despliegue y su “resultado”.

La resolución también reclama datos sobre los incidentes que produjo la ejecución de su orden de impedir la votación. En ella pide al Gobierno la “relación de los incidentes de los que se tenga conocimiento que fueron produciéndose a lo largo de la jornada [el 1-O] en el transcurso de la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado" que ella misma había ordenado. Pero, por el momento, nada más, pese a que, según fuentes jurídicas, podría llegar a ordenar la detención de Puigdemont ante la gravedad de los delitos que hasta el momento se le imputan (con penas de hasta 8 años de cárcel) y su reincidente desatención a los mandatos del Constitucional y el TSJC. El caso que instruye es el iniciado por la Fiscalía para castigar la reiterada insumisión de Puigdemont.

La actuación de esta magistrada en el caso comenzó de forma comedida. Una de sus primeras decisiones, el pasado 14 de septiembre, fue la de rechazar la imposición de una fianza a Puigdemont y el embargo de sus bienes por los gastos que pudiera generar el referéndum que le reclamaba la fiscalía. Solo cuando confirmó que el Govern había desobedecido su decisión de cerrar las páginas web de la consulta, el pasado miércoles, ordenó a los tres cuerpos policiales que cerraran los colegios electorales el pasado domingo. Esa orden fue la que los antidisturbios de la Policía y la Guardia Civil intentaron imponer por la fuerza en varios centros de votación.

Armas no ha llamado mucho la atención durante su dilatada carrera, iniciada en 1991, según las fuentes judiciales consultadas. Esas mismas fuentes, sin embargo, aseguran que en ningún caso es sospechosa de independentismo. Se trataría, dicen, de una persona próxima al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Jesús María Barrientos. La instructora del ‘caso Puigdemont’ coincidió con él en la Audiencia Provincial de Barcelona, y fue con su apoyo como llegó al alto tribunal catalán el pasado febrero como refuerzo y en comisión de servicios. Barrientos fue elegido presidente de ese órgano con los votos de la mayoría conservadora del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que valoró su disposición de actuar “con todos los recursos legales” contra el independentismo.

Ponente de la condena a Messi

Mercedes Armas inició su carrera en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Arenys de Mar (Barcelona). Con su ascenso a magistrada, pasó a otro juzgado de Granollers, y luego, al Juzgado de lo Penal 7 de la capital catalana. Fue desde ese órgano desde el que, en 2008, dio el salto a la Audiencia Provincial de Barcelona. Su caso más sonado durante esta última etapa fue el juicio a la estrella del FC Barcelona Lionel Messi, del que fue ponente. La sentencia redactada por ella y aprobada por sus compañeros de tribunal, que condenó al delantero azulgrana a 21 meses de cárcel por delito fiscal (un fraude de más de 4 millones de euros) fue confirmada después por el Supremo.

Ahora se enfrenta al que, probablemente, será el caso más importante de su carrera. La rebaja o la enconación del conflicto soberanista dependen, sobre todo, de la actitud y las decisiones de los Ejecutivos central y catalán. Pero Mercedes Armas está llamada a cumplir un papel decisivo en la enorme vulneración de la Constitución, el Estatuto y demás leyes que han apreciado tanto el Tribunal Constitucional como la Fiscalía en el proceso independentista. Sobre sus hombros descansa, en gran parte, la restauración del Estado de derecho en Cataluña. Al menos, en primera instancia. Sus decisiones de los próximos días serán decisivas.

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