Merkel es conocido por su capacidad de trabajo. Capaz de preparar las reuniones de la UE a altas horas de la noche acompañada de su equipo y de una cena frugal. Ahora 'sufren' sus métodos de trabajo. Los conservadores alemanes de la canciller Angela Merkel anunciaron la noche del lunes su intención de celebrar el jueves una tercera reunión con los socialdemócratas de cara a una posible coalición, para la que se espera esta semana la decisión sobre la apertura de negociaciones.
Tras más de ocho horas de reunión a puerta cerrada en Berlín entre las delegaciones de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD), el secretario general de la CDU, Herman Gröhe, precisó que tomarán una decisión formal sobre una tercera cita tras la reunión prevista la tarde del martes con los Verdes, otros socios posibles.
Al término de esas negociaciones, los conservadores, liderados por la canciller, decidirán con quien quieren negociar de cara a una coalición gubernamental.
La secretaria general del SPD, Andrea Nahles, subrayó con gran prudencia que estas discusiones exploratorias del lunes por la noche habían sido "muy intensivas". "En algunos temas hemos podido observar convergencias, diferencias en otros, como por ejemplo sobre el sueldo mínimo o los impuestos", dijo en una comparecencia ante la prensa con delegados de la CDU y su rama bávara CSU, y aseguró que el SPD no "se negaría" a otras discusiones.
La CDU no quiere un salario mínimo general sino pactado por sectores y regiones
La cuestión de la instauración de un sueldo mínimo generalizado es una promesa emblemática del SPD. La CDU prefiere hasta ahora un suelo mínimo negociado por sectores y por regiones.
El dirigente de la CSU, Horst Seehofer, preguntado por el clima imperante en estas discusiones, subrayó: "ocho horas, es agotador". Horst Seehofer insistió en que quería "hablar seriamente" con el SPD y con los Verdes.
De aquí al fin de semana se espera una decisión. Si la CDU opta por el SPD, como todo parece indicar, los socialdemócratas decidirán el domingo en una convención de unos 200 delegados si acepta negociar con la CDU.
El secretario de la CDU, Hermann Gröhe, aseguró por otra parte que Alemania sabría con quien negocia la CDU un gobierno antes de la sesión constitutiva del Bundestag, prevista el martes 22 de octubre.
Esta fue la segunda tanda de discusiones exploratorias entre los dos partidos rivales que deberían verse abocados a formar un gobierno de "gran coalición", como hicieron en el primer gobierno Merkel (2005-2009).
Ambos cambios deben determinar si las opciones de acercamiento o entendimiento sobre temas centrales son suficientes para iniciar negociaciones de cara a una coalición. Una alianza entre la CDU y los Verdes parece improbable, sobre todo por sus profundas divergencias en materia de sociedad, sobre todo con la CSU, rama bávara de la CDU, con fama de más conservadora.
El campo de la canciller, que va a cumplir un tercer mandato seguido, ganó por amplio margen las elecciones legislativas del 22 de septiembre, con un 41,5% de votos para la CDU y la CSU, por delante del SPD (25,7%). Pero se ha quedado a las puertas de la mayoría absoluta y además ha perdido a su aliado en el gobierno saliente, el partido liberal FDP, que se ha quedado fuera del Bundestag (cámara de diputados).
Por todo ello, tiene que encontrar un nuevo socio de coalición. Una mayoría de alemanes desean una "gran coalición", según los sondeos. En 2005, habían transcurrido más de dos meses entre las elecciones y la asunción de Angela Merkel al frente de una gran coalición.
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