Merkel y Hollande buscan una respuesta conjunta europea a la crisis migratoria

  • La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, se reunieron este lunes en Berlín para buscar una postura común y "solidaria" europea a la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial.

La reunión se celebra al margen de un encuentro ya planificado sobre el recrudecimiento de la violencia en Ucrania con el presidente del país, Petro Poroshenko. Merkel y Hollande realizarán declaraciones conjuntas.

Los mandatarios francés y alemana manifestaron buscar una respuesta "unificada" de Europa, así como acelerar el establecimiento de centros de recepción en Grecia e Italia, dos países desbordados al cargar con el grueso de esta crisis, para ayudar a identificar a los demandantes de asilo y a los migrantes irregulares.

Ninguno de estos centros ha sido instalado desde su creación, decidida a fines de junio. "No podemos tolerar tal retraso", subrayó Merkel, abogando por que la medida se concrete "este año".

"También debemos poner en marcha un sistema unificado de derecho de asilo", así como una "política migratoria común con reglas comunes" a todos, dijo por su parte Hollande, evocando "las normas de acogida" o la "definición de países seguros".

"Éste es uno de esos momentos en nuestra historia europea en que enfrentamos una situación excepcional, hoy es una situación excepcional (insistió), pero una situación excepcional que va a durar" cierto tiempo, concluyó Hollande, quien también pidió "una repartición equitativa de los refugiados con derecho de asilo" en Europa, "con un acompañamiento en cuanto a la dignidad de las personas llegadas de manera ilegal", añadió.

La Unión Europea (UE) se enfrenta a un flujo migratorio sin precedentes de personas que huyen de la guerra, la represión y la pobreza.

Según la agencia europea de fronteras exteriores, Frontex, un número récord de 107.000 personas se encontraban a las puertas del bloque el mes pasado, y solo en la última semana 20.800 llegaron a Grecia.

La cantidad sin precedentes de migrantes que intentaban cruzar la frontera de Grecia con Macedonia para continuar su periplo a Europa occidental llevó a Skopje a declarar el estado de emergencia la semana pasada, y a cerrar las fronteras durante unas horas antes de volver a permitir el paso el sábado.

La guardia costera italiana rescató a 4.400 migrantes de 22 embarcaciones en el mar Mediterráneo solo el sábado, una cifra considerada la más alta para un único día en años.

"Tiene que haber un nuevo impulso para que se aplique lo ya decidido", dijo una fuente a de la presidencia francesa, en referencia a las decisiones tomadas por la UE el pasado junio en esta materia.

Las decisiones tomadas por la UE "no bastan, no son lo suficientemente rápidas y no están a la altura de las necesidades", añadió.

Cada vez hay más voces que reclaman un enfoque conjunto para esta crisis, en la que no solo se registran demandantes de asilo de zonas en guerra como Siria, sino también nacionales de países en paz del sudeste europeo como Albania, Serbia o Kosovo.

En un viaje el jueves a Viena, Merkel se reunirá con líderes de países balcánicos para indagar por qué "tantos miles de personas llegan de esos países", indicó su portavoz, Steffen Seibert.

Alemania estima que a su territorio llegarán 800.000 demandantes de asilo en 2015, en tanto que los actos de violencia atribuidos por lo general a la extrema derecha son cada vez más frecuentes.

El fin de semana se produjeron enfrentamientos en Sajonia (este) entre policías y manifestantes de extrema derecha que protestaban contra la apertura de un centro de acogida de refugiados.

La canciller denunció este lunes estos "horribles" actos y aseguró no tolerar que los refugiados sean recibidos en Alemania por "gritones ebrios", declaró su portavoz en unos términos inusualmente duros.

El ministro italiano de Relaciones Exteriores, Paolo Gentiloni, había advertido que el agravamiento de la crisis podría suponer una amenaza para el "alma" de Europa, considerando, en palabras a Il Messaggero, que "Europa corre el peligro de mostrar su peor lado: egoísmo, decisiones aleatorias y peleas entre Estados miembros".

Esta tarde dijo que "las escenas de las que fuimos testigos en Macedonia son una afrenta a la dignidad y a la historia de Europa".

"Europa está de alguna forma en un profundo sueño y sigue en 'modo vacaciones'", dijo por su parte el vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, en la televisión pública alemana el domingo.

A parte de la crisis migratoria, Merkel y Hollande tratarán este lunes otro asunto que afecta al flanco este del continente: el conflicto de Ucrania.

Horas antes del encuentro con Poroshenko, el líder ucraniano acusó a Rusia de enviar tres convoyes militares a la zona oriental controlada por los separatistas prorrusos.

Occidente sostiene que Rusia ha estado armando y alentando la rebelión en el Este de Ucrania, algo que Moscú rechaza.

Es la primera vez desde la firma de los acuerdos de paz de Minsk, en febrero, en que los líderes francés, alemana y ucraniano se reúnen sin su par ruso, Vladimir Putin, lo que Kiev ve como que "Francia y Alemania están en el mismo barco que nosotros", según una fuente ucraniana.

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