El primer ministro belga percibe una "radicalización de las posiciones" de cara a desbloquear el CETA

EUROPA PRESS

"No estoy tranquilo porque tengo el sentimiento de que hay una radicalización de posiciones", ha expresado a su llegada a la segunda jornada de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, en la que los líderes europeos abordarán precisamente el futuro de la política comercial del club europeo en general y el bloqueo del tratado con Canadá en particular.

Michel ha explicado que han pasado "toda la noche" negociando para encontrar "fórmulas" y "soluciones", y ha indicado que ha mantenido una conversacion telefónica con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, para explorar todas las posibilidades para desbloquear la firma del CETA.

En la noche del jueves el gobierno regional confirmó su rechazo al tratado de libre comercio con Canadá a pesar de la última oferta presentada por la Comisión Europea. El presidente valón, Paun Magnette, explicó en rueda de prensa que ha habido avances pero que mantienen ciertas "dificultades" con el mecanismo de arbitraje de conflictos entre empresas y Estados.

"Ayer (por el jueves) dije que estamos cerca de la hora de la verdad. Creo que efectivamente estamos cerca de la verdad y en unas horas tendremos claridad", ha manifestado el primer ministro belga. Durante la mañana de este viernes las conversaciones continúan entre el Ejecutivo valón, Bruselas y la ministra de Comercio canadiense Chrystia Freeland.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha rechazado avanzar si es optimista sobre la posibilidad de que la región valona cambie de opinión sobre su rechazo al acuerdo comercial con Canadá y se ha limitado a confirmar que "las negociaciones se están desarrollando normal".

"Mientras las negociaciones continúen no hay motivos para decir que estamos en un impás", ha zanjado Juncker, que ha reconocido sentir "mucha empatía con los puntos de vista exprimidos por el presidente" de la región valona.

También pesimista se ha mostrado el canciller de Austria, Christian Kern, quien no espera a corto plazo avances definitivos. Preguntado por su opinión ante el hecho de que una región esté bloqueando la firma del CETA, ha afirmado que no es extraño y que muestra los problemas de la Unión Europea.

La presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, por otro lado, ha apuntado que el CETA sería un acuerdo de libre comercio muy importante para la UE porque la economía canadiense es "tan grande como la rusa", pero ha evitado culpar únicamente a la región valona. "Ambas partes son un poco culpables", ha opinado, antes de explicar que por un lado está la cuestión interna belga y por otro "cómo de transparente y abierto fue el proceso de negociaciones".

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