Modifican en Chile penas a exagentes por muerte de cuatro opositores en 1984

  • La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó hoy la condena a prisión, pero rebajó o aumentó las penas, contra seis exagentes de la policía secreta que en 1984 asesinaron a cuatro opositores a la dictadura de Augusto Pinochet, informaron fuentes judiciales.

Santiago de Chile, 8 sep.- La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó hoy la condena a prisión, pero rebajó o aumentó las penas, contra seis exagentes de la policía secreta que en 1984 asesinaron a cuatro opositores a la dictadura de Augusto Pinochet, informaron fuentes judiciales.

Al ocurrir los crímenes, el 2 y 3 de julio de 1984, la Central Nacional de Informaciones (CNI), organismo sucesor de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) en la represión contra quienes se oponían al gobernante de facto, afirmó que se trataba de "terroristas" muertos en enfrentamientos.

La V Sala del tribunal de alzada, en un fallo unánime, condenó a siete años de prisión al exmayor del Ejército Álvaro Corbalán Castilla y a cinco años y un día a los exagentes Pedro Guzmán Olivares, Hernán Vásquez Villegas, Reimer Kohlitz Fell, Juan Rubilar Ottone y Jorge Hernández Tolosa.

En primera instancia, el juez especial Joaquín Billard había condenado a quince años a Corbalán Castilla, a seis años a Vásquez y Kohlitz, y a tres años y un día a Hernández y Rubilar, a quien había además absuelto, junto a Pedro Guzmán, en los homicidios de Juan Varas y Ana Delgado.

Álvaro Corbalán, que fue jefe operativo de la CNI en Santiago, está en prisión, sentenciado a cadena perpetua y a otras penas, tras ser condenado en otros casos de violaciones a los derechos humanos.

En la parte civil, los seis exagentes y el Fisco deberán pagar, de forma solidaria, una indemnización de 30 millones de pesos (unos 51.500 dólares) a los familiares de las víctimas.

Las víctimas de los crímenes fueron Enzo Muñoz Arévalo, Héctor Sobarzo Núñez, Juan Manuel Varas Silva y Ana Delgado Tapia, asesinados el 2 y 3 de julio de 1984 en dos puntos de Santiago.

Héctor Sobarzo y Juan Varas eran militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), mientras Enzo Muñoz y Ana Delgado eran miembros del Partido Comunista.

Sobarzo y Muñoz fueron acribillados sin aviso cuando habían detenido el automóvil en que se movilizaban junto a una cabina telefónica y uno de ellos había bajado para hacer una llamada, en una rotonda del sector sur oriente de Santiago.

En las proximidades del mismo lugar fueron detenidos Varas y Delgado, quienes fueron trasladados a un cuartel de la CNI en el que los interrogaron y torturaron hasta la madrugada siguiente, cuando los llevaron a un erial del municipio de San Joaquín, en el área sur de la capital chilena, donde los mataron a tiros.

La versión oficial de ambos incidentes señaló que los cuatro eran terroristas abatidos en enfrentamientos con los agentes.

Ana Delgado era ingeniera agrónoma, Patricio Sobarzo era profesor, Juan Varas era mecánico y Enzo Muñoz era obrero.

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