Moscovici, convencido de que la Tasa Tobin estará en 2016 pese a divergencias

  • El comisario europeo de Asuntos Monetarios y Financieros, Pierre Moscovici, se mostró convencido de que la tasa a las transacciones financieras que preparan once países europeos estará lista en 2016, pese a que hoy no se logró un acuerdo que garantice el objetivo de tener su diseño para fin de año.

Bruselas, 9 dic.- El comisario europeo de Asuntos Monetarios y Financieros, Pierre Moscovici, se mostró convencido de que la tasa a las transacciones financieras que preparan once países europeos estará lista en 2016, pese a que hoy no se logró un acuerdo que garantice el objetivo de tener su diseño para fin de año.

"Estoy realmente convencido de que el calendario que ha sido previsto para tener su aplicación el uno de enero de 2016 es realista y tenemos que mantener todavía este objetivo", aseguró Moscovici en la rueda de prensa celebrada al término de la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, el Ecofin.

En el encuentro, los once países que se han comprometido a instaurar la conocida como Tasa Tobin -entre los que figuran España, Alemania, Francia e Italia- constataron una vez más su falta de sintonía para resolver las cuestiones básicas que permitan cerrar el diseño del gravamen antes de 2015, como se habían marcado.

"Seguimos comprometidos colectivamente a trabajar duro y a encontrar soluciones concretas para el primer paso de este impuesto, aunque no consigamos llegar a nuestro objetivo de finales de año, sino a principios del próximo", dijo el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, durante el debate público celebrado en el Ecofin.

Por su parte, el titular de Economía de Italia, Pier Carlo Padoan, reconoció implícitamente que no se logrará un acuerdo sobre el gravamen antes de la fecha límite al encomendar al país que asume el 1 de enero la próxima presidencia rotatoria de la UE, Letonia, la tarea de gestionar la cuestión a nivel de los Veintiocho.

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, recalcó la importancia de lograr un acuerdo que permita la puesta en marcha del gravamen y explicó que hay "cuestiones que siguen abiertas", aunque dijo que sí hay consenso en dos aspectos concretos.

Uno de ellos es que se aplicará el principio de emisión a la hora de gravar las transacciones financieras, "posteriormente matizado de alguna forma por la residencia", una fórmula que aseguró que "viene bien a los países grandes, pero también compensa a los pequeños".

Además, los once países estarían de acuerdo en aplicar la tasa a la compra y venta de acciones en el mercado al contado.

Sin embargo, la espinosa cuestión de si gravar o no los derivados y sobre la base de qué criterios sigue sin resolverse, y los ministros se inclinan por dejarla abierta para resolverla más adelante.

"Aquí sí hay líneas rojas de muchos países y encontrar un mínimo común denominador era prácticamente imposible", aseguró De Guindos.

"En últimos meses hemos trabajado duro, hemos avanzado en el trabajo sobre la tasa a las transacciones financieras, sobre los instrumentos de derivados, pero todavía hay que hacer más", dijo por su parte Sapin.

Tanto Sapin como Moscovici coincidieron en recalcar la importancia del gravamen no solo a nivel económico, sino también político, como una señal hacia una mayor armonización fiscal europea y por su dimensión ética.

El proyecto de esta tasa involucra a Alemania, Francia, Italia, España, Eslovenia, Austria, Portugal, Eslovaquia, Grecia, Estonia y Bélgica y ésta debería comenzar a aplicarse en una primera fase como muy tarde en enero de 2016, según el acuerdo de la llamada cooperación reforzada pactado por los once.

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