Mujer logra residencia que le negaron por dudas de matrimonio de conveniencia

  • Una mujer nigeriana de 30 años ha conseguido el permiso para vivir en España tras serle denegado inicialmente porque no pudo convivir de forma continuada con su marido, un súbdito inglés, del que inicialmente se sospechó que había realizado un matrimonio de conveniencia.

Huelva, 22 oct.- Una mujer nigeriana de 30 años ha conseguido el permiso para vivir en España tras serle denegado inicialmente porque no pudo convivir de forma continuada con su marido, un súbdito inglés, del que inicialmente se sospechó que había realizado un matrimonio de conveniencia.

Según el abogado Fernando Osuna, que ha defendido el caso, la nigeriana y el inglés se casaron en Baleares y vivieron entre estas islas, Inglaterra y Huelva, "si bien, permanecían, por razones laborales, en lugares distintos algunas temporadas".

La mujer solicitó su permiso de residencia y de trabajo en Huelva y se lo denegaron porque la Administración sospechaba que era un matrimonio de conveniencia, "en aras a conseguir fácilmente un permiso de residencia en el extranjero".

El letrado ha señalado que la Administración le denegó el derecho a residir en España "porque de las investigaciones realizadas se desprende que no existe ni ha existido convivencia matrimonial alguna, tratándose de un matrimonio de conveniencia para obtener la mera residencia".

Sin embargo, el juzgado afirma en su sentencia favorable que "la mera falta de convivencia matrimonial no puede llevar automáticamente a entender que el matrimonio sea fraudulento".

El letrado alude a que el artículo 68 del Código Civil presume, salvo prueba en contrario, que los cónyuges viven juntos y "quien tiene que demostrar lo contrario es quien sostiene que esa convivencia no existe, y de todos modos, la nigeriana sí aporto un principio de prueba".

Igualmente el Juzgado sostiene que la falta de convivencia por razones laborales no debe entenderse como ausencia de convivencia, ha enfatizado, y ha añadido que los cónyuges, cuando solicitaron su permiso de residencia, demostraron que vivían en el mismo domicilio en Huelva y que estaban casados.

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