Mursi tratará el lunes con los jueces las repercusiones de su decreto

  • El presidente egipcio, Mohamed Mursi, se reunirá mañana, lunes, con el jefe del Consejo Superior de Justicia y del Tribunal de Apelación, Mohamed Metuali, para tratar las repercusiones que ha tenido su declaración constitucional.

El Cairo, 25 nov.- El presidente egipcio, Mohamed Mursi, se reunirá mañana, lunes, con el jefe del Consejo Superior de Justicia y del Tribunal de Apelación, Mohamed Metuali, para tratar las repercusiones que ha tenido su declaración constitucional.

Según la agencia estatal de noticias Mena, el objetivo de la reunión es conocer de primera mano la opinión de los jueces sobre el citado decreto, que blinda los poderes de Mursi frente a la Justicia.

El Consejo Supremo de Justicia, máximo órgano de gobierno de la judicatura, calificó ayer de "agresión sin precedentes contra la independencia del poder judicial" la declaración constitucional de Mursi.

En un comunicado tras una reunión de urgencia, este órgano judicial exhortó al mandatario "apartarse con su declaración constitucional de todo lo que afecte al poder judicial y sus prerrogativas".

Por su parte, la asamblea general del Club de Jueces, la asociación de la magistratura en Egipto, decidió ayer suspender el trabajo en todos los tribunales y fiscalías del país.

La organización anunció que expulsará a sus miembros que incumplan la huelga e instó al Consejo Supremo de la Justicia a que "retire la confianza" a quienes no dejen su trabajo.

Con esta medida de fuerza, los jueces -que ya bajo Hosni Mubarak fueron la institución del Estado que ofreció mayor resistencia al autoritarismo del régimen- pretenden que Mursi dé marcha atrás de "inmediato" y anule su declaración constitucional.

Cuando parecía que había pasado el tiempo de las manifestaciones masivas y las acampadas en la plaza Tahrir de El Cairo, la polarización del país entre islamistas y las fuerzas laicas, liberales y revolucionarias ha recuperado escenas propias del pasado.

Las últimas decisiones de Mursi han ahondado la brecha existente entre sus simpatizantes y detractores en la plaza Tahrir, en cuyas inmediaciones prosiguieron hoy los choques esporádicos entre policías y manifestantes.

En un intento de calmar los ánimos, la presidencia insistió hoy en que su declaración constitucional es temporal y no pretende concentrar poderes, al tiempo que hizo un llamamiento a las distintas fuerzas políticas para lograr un consenso sobre la Constitución.

En un comunicado, Mursi subrayó que busca cumplir con las aspiraciones del pueblo egipcio, proteger la transición democrática y preservar la imparcialidad de la judicatura.

El jueves pasado Mursi declaró que todas sus decisiones son definitivas e inapelables ante la Justicia hasta la entrada en vigor de una nueva Constitución y que las actuales Cámara alta del Parlamento y Asamblea Constituyente son indisolubles.

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