Música y pasarela, una relación a prueba de modas

  • ¿Se imaginan un desfile de moda sin música? Sobre la pasarela sólo se oiría el paso firme de las modelos, los flashes de los fotógrafos y los incómodos pitiditos de los teléfonos inteligentes. Un "glamour" silencioso muy difícil de entender.

Juan Carlos Gomi

Madrid, 21 feb.- ¿Se imaginan un desfile de moda sin música? Sobre la pasarela sólo se oiría el paso firme de las modelos, los flashes de los fotógrafos y los incómodos pitiditos de los teléfonos inteligentes. Un "glamour" silencioso muy difícil de entender.

La música es una pieza indispensable en el engranaje de las pasarelas de moda. El fondo musical marca el ritmo de las telas sobre la escena y una mala elección sonora puede hacer fracasar una buena colección.

"Un desfile es un trabajo coral y son muchos los elementos que contribuyen a una buena presentación de la colección. La música es uno de ellos". Así se expresa Lucía Cordeiro, directora ejecutiva de ACME (Asociación de Creadores de Moda de España), que considera, además, que cada día tiene un papel más importante.

Algunos diseñadores, incluso, definen su trabajo en clave musical. Esta misma semana, en la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid (MBFWM), Francis Montesinos rescató sus mejores diseños de los años 80 y realizó un sincero homenaje a las canciones de aquella época.

"Es la Movida. Y yo tuve la suerte de estar ahí", declaró el modisto valenciano a Efestilo durante la presentación de su propuesta para la próxima temporada. Una sorprendente interpretación de la canción "Ni tú ni nadie", de Alaska y Dinarama, con los actores del musical "A quién le importa", vestidos con los nuevos diseños, cerró su desfile.

Otros optaron por sonidos más clásicos, como Maya Hansen, que recuperó la ópera y los sonidos de los alpes durante su desfile de esta semana con el fin de envolver su colección, Edelweiss, en un marcado estilo de imperio austrohúngaro. Por cierto, los vestidos de esta diseñadora han tenido perchas tan sonoras como la emperatriz del exceso, Lady Gaga.

La música inspira, muchas veces, el mundo de la moda. Para la modelo, cantante de The Cabriolets y ahora diseñadora Bimba Bosé, es algo esencial. "Pero no sólo para el espectáculo, también es importante para los modelos. El ritmo les ayuda a potenciar su actitud. Toda esa energía se contagia al público y le hace sentirse partícipe de lo que está ocurriendo sobre la pasarela", destaca.

Bimba Bosé hace estas reflexiones después de haber presentado el miércoles su primera colección, en la que contó con la estrella del rap Dominique Young Unique como maestra de ceremonias.

El deseo de convertir la pasarela en un espectáculo único ha derivado, muchas veces, en experiencia musical. Coreografías sobre la alfombra, actuaciones en vivo, músicos en la escena...todo vale Sin ir más lejos, Bimba ya ha cantado en una pasarela junto a Mario Vaquerizo y Alaska para una colección de su amigo David Delfín en la edición de MBFWM del año pasado.

Y como ella, una estela de estrellas del universo pop. Desde una espléndida Beyoncé, la semana pasada, en la pasarela de Londres a, por ejemplo, su marido Jay-Z junto a Kanye West y Nicki Minaj interpretando sus éxitos en el siempre esperado -y popular- pase de ropa interior de Victoria Secret en Nueva York.

Además de este tipo de artistas, hay otra figura imprescindible en estos eventos: el diseñador de sonidos. José Ignacio Simón, que lleva 20 años enfrentándose a la banda sonora de la moda, considera que su trabajo "es un elemento de comunicación de imagen de la firma".

Habitual en los desfiles de Ángel Schlesser, Simón tiene claro que, "partiendo de un constante contacto con el diseñador", su tarea consiste en buscar recursos musicales que conecten con el público y "refuercen el impacto visual de la obra".

Sin descartar el uso del silencio -"es una herramienta -dice- muy efectiva pero se debe utilizar en dosis muy controladas"-, Simón defiende el poder de la música para transmitir sentimientos y emociones.

De igual manera, Bimba Bosé no concibe un desfile mudo. "Aunque se han hecho algunos, para mí crearía una extraña atmósfera. Hay mucho trabajo y mucha ilusión detrás de una colección y sólo tienes unos minutos para compartirlo con la gente. Las piezas deben encajar y la música juega un papel fundamental para que todo fluya. Se trata de aumentar la fiesta de la moda", recuerda.

Esta vitamina sonora no siempre fue así. Según desvela Lucía Cordeiro, "ha habido desfiles sin música; Balenciaga y todos los de una época, en la que lo único que se analizaba era la colección y las prendas que la componían".

Ese tiempo ya pasó. Es el momento del espectáculo y todos los recursos son necesarios. El color, las formas, la música, el ritmo... todo explota en conjunto para esa gran fiesta de la seducción que es un desfile de moda.

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