Beirut, 3 ene.- El máximo líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, advirtió hoy contra los "peligrosos planes" para dividir la región y dijo que, si no se encuentra una solución política al conflicto sirio, la guerra será "larga y sangrienta".
"Debe haber un movimiento político serio que incluya presiones y ayuda para lograr una solución política en Siria", de lo contrario la guerra será "larga y sangrienta", señaló Nasralá en un discurso a sus fieles difundido por la televisión afín a su grupo, Al Manar.
Según Nasralá, "el Líbano y la región atraviesan una fase muy difícil. Existe el riesgo de dividir la región en líneas sectarias, pero rechazamos cualquiera forma de división de cualquier país árabe o musulmán e instamos a preservar su unidad".
Alertó de que el peligro va "de Yemen a Irak y Siria, que está más amenazada que nunca", y aseguró que el Líbano es un "país demasiado pequeño para ser dividido".
"Sabemos que el Líbano es el país más afectado por los desarrollos de la situación en la región, en especial en Siria", agregó, antes de felicitar al Gobierno por su gestión de la crisis.
Insistió en que "la política de distanciamiento adoptada por el Gobierno ha impedido que los combates en Siria se trasladen al Líbano. Sin embargo, es necesario desarrollarla y rechazar las presiones de los países occidentales".
Además, afirmó que la crisis de los refugiados sirios que buscan asilo constituye un "enorme problema humanitario, que no debe ser politizado".
Nasralá subrayó que los refugiados "deben ser tratados de modo igualitario, ya sean partidarios o detractores del régimen", y consideró que "es imposible cerrar las fronteras entre el Líbano y Siria".
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