Obama dice que número reducido de tropas podrían seguir en Afganistán en 2015

  • El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo hoy que, si se allanan las diferencias con el Gobierno afgano, un número reducido de tropas podría permanecer en Afganistán en 2015, pero eso no evitará que pueda declararse un fin a la larga guerra a finales de este año.

Washington, 28 ene.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo hoy que, si se allanan las diferencias con el Gobierno afgano, un número reducido de tropas podría permanecer en Afganistán en 2015, pero eso no evitará que pueda declararse un fin a la larga guerra a finales de este año.

"Si el Gobierno afgano firma el acuerdo de seguridad que hemos negociado, es posible que un destacamento reducido de soldados estadounidenses permanezca en Afganistán con los aliados de la OTAN para llevar a cabo dos misiones limitadas: entrenar y asistir a las fuerzas afganas y realizar operaciones antiterroristas para perseguir a los restos de Al Qaeda", dijo Obama.

"Porque, aunque nuestra relación con Afganistán cambie, hay algo que no va a cambiar: nuestra determinación de que los terroristas no lancen ataques contra nuestro país", agregó el mandatario en su discurso del Estado de la Unión ante ambas cámaras del Congreso.

Obama prometió que, "ahora las fuerzas afganas están al mando de su propia seguridad", Estados Unidos cumplirá su acuerdo con la OTAN de completar la misión antes del fin de este año.

"Completaremos la misión allí junto con nuestros aliados a fines de este año y la guerra más larga de la historia estadounidense habrá llegado a su fin", aseguró.

Estados Unidos tiene actualmente desplegados 38.000 militares en territorio afgano como parte de la misión de la Alianza Atlántica en Afganistán (ISAF), que también cuenta con unos 19.000 soldados de otras naciones, incluidos 259 españoles.

El número de tropas que permanecerá en el país a partir de 2015 sigue siendo un interrogante dado que el presidente afgano, Hamid Karzai, no ha firmado aún el acuerdo bilateral con EE.UU. para regular la seguridad a partir de 2014, a la espera, previsiblemente, del resultado de las elecciones presidenciales de abril.

La indecisión de Karzai ha tensado en las últimas semanas las relaciones entre EE.UU. y Afganistán, que este lunes sufrieron un nuevo revés con la decisión del Gobierno afgano de liberar a 37 prisioneros de la cárcel de Bagram, anteriormente dirigida por Estados Unidos.

El Gobierno estadounidense ha condenado esa medida, dado que considera peligrosos a esos prisioneros por haber participado en ataques directos contra sus militares y las fuerzas armadas afganas.

A ello se suma una información publicada el mismo lunes por el diario The Washington Post, según la cual Karzai sospecha que Estados Unidos puede haber estado detrás de varios atentados atribuidos a insurgentes en el país, con el fin de debilitarle y fomentar la inestabilidad en Afganistán.

La Casa Blanca indicó la semana pasada que mantiene abierta la posibilidad de no dejar ningún soldado en Afganistán tras el fin de la misión de la OTAN, especialmente si persisten las diferencias con el país asiático.

El Departamento de Defensa ha propuesto que el número de tropas tras el fin de la misión de la ISAF sea de 10.000, nivel que considera necesario para proteger a diplomáticos y funcionarios de inteligencia, o que se lleve a cabo una retirada completa.

Precisamente el año pasado, Obama aprovechó su discurso sobre el Estado de la Unión para anunciar que 34.000 militares regresarían de Afganistán en el plazo de un año.

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