Ofensiva diplomática iraní lleva al ministro de Exteriores a Catar

  • El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Alí Akbar Salehi, partió hoy hacia Catar dentro de la ofensiva diplomática emprendida en las últimas semanas por Teherán para afianzar sus relaciones con los estados vecinos.

Teherán, 30 oct.- El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Alí Akbar Salehi, partió hoy hacia Catar dentro de la ofensiva diplomática emprendida en las últimas semanas por Teherán para afianzar sus relaciones con los estados vecinos.

Según informaron los medios locales, Salehi partió hacia Doha acompañado por una delegación política para tratar asuntos bilaterales y la situación en la zona y en el mundo.

Irán y Catar, que comparten frontera marítima dentro del golfo Pérsico, tienen importantes intereses económicos comunes, pues comparten el yacimiento marino de hidrocarburos de Pars Sur, donde los iraníes tienen sus mayores reservas de gas natural y que se encuentra en pleno desarrollo.

Esta misma semana, Salehi visitó Arabia Saudí para asistir a las honras fúnebres del octogenario príncipe heredero de la corona, Sultan bin Adulaziz, fallecido el 22 de octubre pasado en Nueva York de un cáncer.

La visita de Salehi a Riad tenía también como objetivo tratar de salvar las relaciones con bilaterales, dañadas por las acusaciones de Washington a Teherán de haber organizado un complot terrorista desmantelado en EEUU para asesinar al embajador saudí en ese país.

Riad, al que apoyan el resto de países árabes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), y Washington han presentado sendas protestas a la ONU por los supuestos planes terroristas de Irán, mientras que Teherán también ha protestado por las acusaciones, que ha negado tajantemente y calificado de inventadas e infundadas.

Además, Teherán ha pedido a Riad que no atienda a las acusaciones estadounidenses, que considera que están destinadas a dividir a los países musulmanes y facilitar a Washington conseguir sus objetivos en Oriente Medio y apoyar a Israel, estado al que la República Islámica no reconoce.

Ayer, Salehi se entrevistó en Teherán con Masud Barzani, presidente de la región del Kurdistán Iraquí, fronteriza con Irán y con la que los iraníes tienen importantes lazos económicos y con cuyas autoridades también están interesados en tratar sobre la presencia de grupos armados kurdos en ambos lados de la divisoria.

Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán ha señalado que Salehi no viajará de momento a Baréin, otro pequeño país insular del Pérsico, de mayoría de población musulmana chiíta gobernado por un monarquía suní, donde en los últimos meses se ha producido un levantamiento contra el régimen duramente reprimido.

Irán, donde alrededor del 90 por ciento la población es musulmana chiíta, está gobernado por un régimen teocrático que ha criticado duramente la represión, con apoyo militar saudí, de las protestas en Bahrein, protagonizadas sobre todo por grupos chiítas.

Diversos dirigentes políticos iraníes, entre ellos el presidente, Mahmud Ahmadineyad, han insistido en las últimas semanas en propugnar la salida de las fuerzas extranjeras, en especial las de EEUU, de las regiones de Oriente Medio y el centro de Asia, en especial del golfo Pérsico, Irak y Afganistán.

Ahmadineyad también ha acusado a EEUU y sus socios occidentales de intervenir en diversos países musulmanes, en especial en Libia, con el fin de "saquear" sus riquezas y recursos naturales.

Para Ahmadineyad, los países de Oriente Medio y los musulmanes pueden mantener su seguridad y promover su desarrollo sin intervención exterior, por lo que ha pedido unidad entre ellos y ofrecido la cooperación iraní.

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