Bangkok, 25 mar.- Una ONG tailandesa solicitó hoy al Gobierno de Tailandia que no deporte a China a un grupo de inmigrantes de la minoría étnica uigur investigados por posibles lazos con militantes extremistas.
Las autoridades tailandesas investigan a un grupo de 408 inmigrantes, incluidos varios chinos musulmanes de la minoría uigur, que entraron de manera irregular en Tailandia en dos grupos a finales del año pasado y a comienzos de marzo.
Veerawit Tianchainan, director de la ONG Thai Committee for Refugees Foundation, explicó a Efe que los uigures son una minoría étnica perseguida en China, por lo que solicitó la intervención del Alto Comisionado de Naciones Unidas para el Refugiado (ACNUR).
"Las torturas y la persecución de los uigures en China están muy bien documentada. Tailandia no es signataria de la convención de la ONU para los refugiados, pero sí de otros acuerdos internacionales sobre derechos humanos y contra la tortura", afirmó Veerawit.
"Si ACNUR decide que no son refugiados, pues entonces que Tailandia tome la decisión por sí misma", manifestó el activista tailandés.
Según fuentes de la Policía tailandia citadas por la prensa tailandesa, parte de los inmigrantes podrían ser militantes que tenían previsto viajar a Turquía para aprender a combatir en campos de entrenamiento y cometer atentados terroristas.
El jefe de la oficina de Inmigración, Panu Kerdlarppol, confirmó que varios uigures trataron de cruzar la frontera tailandesa con la intención de viajar a Turquía.
Del total de inmigrantes investigados por la Policía, 112 se encuentran en un centro de detención en Bangkok y 296 en la provincia de Songkhla, en el sur del país.
La Policía tailandesa manifestó que varios de estos inmigrantes explicaron que eran turcos, pero no pudieron comunicarse con un intérprete de este país, por lo que investigan de qué país provienen realmente.
Varias ONG y activistas han criticado al Gobierno, ya que las fotos de los inmigrantes en la prensa mostraban también a familias con niños pequeños.
China presiona a los países vecinos para que vigilen la entrada de supuestos uigures en sus fronteras, sobre todo tras el ataque a comienzos de marzo en la ciudad china de Kunming, donde murieron 29 personas atacadas por unos asaltantes armados con cuchillos.
El asalto fue considerado por el Gobierno chino como "un ataque terrorista" perpetrado por fuerzas separatistas de Xinjiang, una región en la que conviven los chinos de etnia han y de etnia uigur, comúnmente enfrentados entre sí.
El mayor conflicto étnico reciente en Xinjiang sucedió el verano de 2009, cuando un enfrentamiento entre los uigures y los han causó alrededor de 200 muertos en Urumqi.
Las autoridades chinas acusan a esta minoría de querer implantar por la fuerza el Estado del Turkestán Oriental, mientras que uigures en el exilio denuncian la represión del régimen chino en la región.
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