"El proceso proseguirá. La solución política es la única alternativa" dijo León en conferencia de prensa en la sede de la misión de la ONU en Túnez.
Anunció que habrá nuevas reuniones "en los próximos días", sin dar más detalles.
Desde el año pasado, dos autoridades políticas se disputan el poder en Libia, una en Trípoli, en manos de una coalición de milicias, y otra en Tobruk (este), reconocida por la comunidad internacional.
Después de meses de negociaciones con representantes de estos dos poderes y otras partes, Bernardino León anunció a comienzos de mes un acuerdo sobre un gobierno de unión nacional, con el objetivo de sacar al país del caos.
Sin embargo, una mayoría de diputados del Parlamento libio reconocido por la comunidad internacional rechazó el lunes el plan de paz.
Desde la caída en 2011 del régimen de Gadafi, propiciada por una operación militar en la que participaron países como Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña, Libia está sumida en el caos.
El país, de estructura esencialmente tribal, ha quedado a expensas de milicias armadas formadas por antiguos rebeldes. Hay combates en varias regiones y dos gobiernos se disputan el poder pese a los esfuerzos de la ONU por instaurar un gobierno de unión nacional.
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