¿Pagamos lo que vale el agua?

España es el país con la tarifa más baja de Europa por el consumo de agua. Roza 1,5 euros por metro cúbico, incluyendo abastecimiento, alcantarillado y depuración. Es decir, que por apenas un céntimo de euro, el español medio puede permitirse disfrutar de siete litros de agua. La cifra es irrisoria para la Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento (AEAS), que representa el 80% de los operadores de servicios de agua y saneamiento en España. El coste actual no refleja ni el servicio, cada vez más tecnificado y que requiere mayor inversión, ni el coste medioambiental. Por ello, el presidente de este organismo, el veterano Roque Gistau, reclama un aumento del 20% en la factura.

Hoy, se paga un 470% más en la factura del teléfono que en un litro de agua, en un país que sufre riesgo de sequía recurrente. En 2008, la situación hídrica crítica de Barcelona casi empujó a fletar un barco desde Francia para abastecer a la ciudad. Mientras, cuesta renunciar a las verdes praderas de césped en la ciudad, cuyo riego sólo se interrumpe ante una situación extrema.

La AEAS quiere influir en el debate sobre la necesidad de transmitir al ciudadano el inminente aumento de la tarifa del agua. Una directiva europea obligará en 2010 a reflejar el coste real del agua, lo que supondrá un alza significativa. En la actualidad, Baleares es la comunidad autónoma que más paga por este bien, 2,65 euros por metro cúbico. Navarra es la que menos paga, 1.11 euros por metro cúbico.

Según un informe del Ministerio de Medio Ambiente realizado en 2008, el coste anual de la gestión del agua en España ascendía a 6.330 millones de euros y la recuperación actual de costes ronda el 80%. Lo que no se recupera, se paga mediante tarifa. En la actualidad, cuatro de cada diez municipios han privatizado la gestión del agua en España. La falta de ingresos está acelerando el traspaso de la gestión a empresas privadas. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre si la privatización en la gestión del agua merma la calidad en el servicio y lo encarece.

En Madrid, donde la gestión hasta ahora está en manos del Canal de Isabel II, y en Barcelona, que controla la empresa Aguas de Barcelona, el precio por metro cúbico es idéntico: un euro. Sin embargo, AEAS estima que los costes del servicio se han encarecido por la complejidad que exigen los procesos de captación, tratamiento, potabilización, distribución, recogida de aguas usadas y depuración. El aumento que se avecina exige, según la AEAS, un marco regulador que recoja estos costes.