Palahí: "la asignatura pendiente es derribar las barreras mentales que todavía existen”


La secretaria general de la Fundación ONCE, Teresa Palahí, tiene claro que la gran “asignatura pendiente” para la inclusión de las personas con discapacidad en el mundo laboral son las “barreras mentales”, que “todavía” existen en mucha gente.
En una entrevista concedida a Servimedia, Palahí afirmó que las personas con discapacidad aportan un “elemento fundamental” a las organizaciones, como es la diversidad, un valor que contribuye a que “los demás abran sus mentes y que dejen de medirse, de alguna manera, por los estándares”.
Ese “enriquecimiento”, agrega, es general y supone un beneficio “para todas las personas que trabajan en la empresa”, puesto que la inserción de personas con discapacidad “mejora el clima laboral” y, además, “favorece la solidaridad, el compañerismo y el trabajo en equipo”.
Prueba de ello, pone como ejemplo, es que “muchas empresas están creando comités de diversidad”, constatando que “cada persona es única e irrepetible” y que se debe “aprovechar el talento de cada uno”.
BARRERAS MENTALES
Respecto a los retos por cumplir o las barreras que todavía quedan por derribar en el ámbito de la inclusión laboral, la secretaria general de Fundación ONCE señala que, además de las barreras “tanto físicas como sensoriales” que existen, “no solo en el propio entorno de la empresa, sino también en ciudades y pueblos, la principal es la barrera mental".
Palahí cree que esa barrera "sólo se puede derribar con la complicidad de cuantos más, mejor”, y con un “trabajo constante de concienciación social importante”. “Esa es una de las grandes asignaturas pendientes: derribar las barreras mentales, que todavía existen”, insiste.
No obstante, considera que se han hecho “avances importantísimos” porque “no hace tantos años” a las personas con discapacidad “no las veías en las calles, se quedaban en las casas, no acudían a las universidades, no tenían oportunidades”. Ahora “el panorama ha cambiado muchísimo” gracias al “movimiento de la discapacidad” y al “lobby” ejercido ante gobiernos y administraciones públicas.
“Hemos avanzado en una serie de normativas que garantizan el derecho a la igualdad de oportunidades y a la no discriminación”, señala. Entre ellas, cita la Ley 51/2003, de Igualdad, No Discriminación y Accesibilidad Universal (Liondau) o la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de 2006.
Ambas, señala, “han contribuido a un despliegue de normas a nivel internacional, europeo y nacional en la traslación de todos estos derechos en leyes que poco a poco van garantizando que las personas con discapacidad nos podamos sentir ciudadanas y ciudadanos de pleno derecho”.
En este sentido, subraya que la apuesta de Fundación ONCE sigue siendo “la creación de empleo y la accesibilidad”. “Estamos convencidos de que la inclusión social no es posible si no hay una integración laboral y, por tanto, es absolutamente necesario que existan oportunidades de formación y de trabajo en distintas empresas y entornos”, indica.
Para ello, Palahí señala que FSC Inserta, la entidad creada por la Fundación ONCE para la formación y el empleo de personas con discapacidad, es “un instrumento magnífico que, si no existiera, tendríamos que inventarlo”, porque “ha favorecido la visibilización de las personas con discapacidad y ha generado oportunidades de empleo para todos y todas en colaboración con las empresas, que son quienes crean riqueza y pueden ofrecer estas oportunidades”.

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