Partido Unidad de la primera ministra gana comicios en Letonia, según sondeo

Moscú, 4 oct.- El partido Unidad de la primera ministra letona, Laimdota Straujuma, se ha convertido en la fuerza política más votada en las elecciones parlamentarias celebradas hoy en el país báltico, según varios sondeos a pie de urna publicados por las agencias locales.

La formación conservadora que lidera la coalición de centro-derecha que gobierna Letonia desde hace apenas nueve meses habría logrado el 23,8 % de los votos, según un sondeo conjunto realizado por LETA, LNT, SKDS y la Universidad Stradins de Riga.

La prorrusa Armonía, contundente ganadora de las pasadas legislativas y líder en todas las encuestas publicadas antes de la jornada electoral, habría perdido casi siete puntos respecto a los comicios de 2011 y se habría situado en segundo lugar tras conseguir el apoyo del 21,6 % de los votantes.

El tercer puesto es otorgado por los sondeos a Unión de Verdes y Campesinos, que habría conseguido el voto del 19,4 % de los electores.

Tras una campaña marcada por una feroz crítica de casi todos al partido que defiende los intereses de la minoría rusa, caldeada por el papel de Moscú en la crisis de Ucrania, la ultranacionalista Unión Nacional-Todo por Letonia se habría convertido en la cuarta fuerza al apuntarse el 18,5 % de las papeletas.

En una jornada electoral en la que los sondeos a pie de urna han dejado en papel mojado todas las encuestas previas, la sorpresa se la ha llevado Unión Regional, un partido que habría logrado el 6 % de los votos a pesar de que nadie contaba con ellos.

Completaría los 100 escaños del Saeima (Parlamento unicameral letón) que se reparten en las elecciones de hoy Corazón por Letonia, una formación de nueva creación que según las encuestas apenas ha logrado superar por cuatro décimas el corte para acceder al Legislativo, fijado en el 5 por ciento de los votos.

Poco más de 1,5 millones de letones estaban llamados hoy a las urnas para elegir a sus representantes tras una polémica campaña electoral ensombrecida por la crisis de Ucrania y el temor a que Moscú gane influencia sobre la numerosa minoría rusa que vive en el país báltico.

Unos 300.000 habitantes del pequeño Estado báltico, principalmente rusos instalados en el país cuando éste formaba parte de la Unión Soviética, no pudieron acudir a votar por su condición de "no ciudadano" que les priva de algunos derechos fundamentales.