Pedro Sánchez logra en un año consolidarse como líder y situar al PSOE como alternativa

    • Un año después de ser elegido líder del PSOE Sánchez ha logrado consolidarse como líder y situar al partido muy cerca del PP en las encuestas.
    • Ha pasado momentos complicados. El punto de inflexión, el debate sobre el Estado de la Nación que ganó a Rajoy.
Pedro Sánchez presenta este viernes a su 'equipo de expertos', que contribuirá a su programa electoral
Pedro Sánchez presenta este viernes a su 'equipo de expertos', que contribuirá a su programa electoral

Este lunes se cumple un año de la victoria de Pedro Sánchez en las primarias para elegir al Secretario General del PSOE. El político madrileño de 43 años, poco conocido para la opinión pública, daba la sorpresa en la elección de los militantes por casi la mayoría absoluta de los votos. Sánchez se imponía con claridad al favorito Madina con el 49% de los sufragios frente al 36% del diputado vasco. El joven diputado, desde que volviera al Congreso en enero de 2013, se había recorrido todas las agrupaciones por casi toda España. El esfuerzo había dado sus frutos. Se definió el "candidato de la carretera" tras haber recorrido hasta 30.000 kilómetros.

Precisamente los más cercanos al líder señalan precisamente esa actitud como una virtud. "Es un tiempo para valientes", señala María González Veracruz, Secretaria de Ciencia, Participación y Política en Red del PSOE y portavoz de campaña del partido. La diputada murciana asegura que Sánchez representa eso, cercanía y transparencia. "Es el primer líder político que se ha recorrido España en Asambleas abiertas. Respondiendo a todas las preguntas. Esto es política de verdad", asegura González.

Otras fuentes socialistas aseguran que Sánchez ha logrado recuperar la credibilidad del partido. "Hemos hecho efectivo el lema del Congreso: cambiando el PSOE para cambiar España", señalan. El PSOE está ahora más en la calle, es más cercano, dicen, y por eso están cumpliendo con el otro lema el de "Hacer más que decir".

Desde la Ejecutiva admiten que ha habido dos momentos duros. Los momentos duros fueron en otoño con los casos de corrupción como las tarjetas Black o la Púnica, donde "hubo" que mostrar mano dura. Y el otro en febrero con la destitución de Tomás Gómez. "Fue muy duro para todo el mundo, pero muy acertado. Gabilondo quedó a un escaño de gobernar Madrid.", apuntan.Sus primeros días

Dos semanas después de la votación, Sánchez era proclamado como líder del PSOE en un Congreso Extraordinario. Prometió un cambio "con corazón y con cabeza", con "humildad" pero con la ilusión de ofrecer un "proyecto vertebrador para España". Todos los líderes hablan de palabra cambio. El PP dice que el cambio empezó hace cuatro años, Pedro Sánchez habla del cambio "seguro", Albert Rivera de cambio "sensato" y Pablo Iglesias del "verdadero" cambio.

En sus primeros cien días, es decir, en su primer tercio de este mandato fue examinado día a día, sin contemplaciones. Tuvo aciertos, errores, rectificaciones y actuaciones hasta entonces poco comunes en la política. Su primera decisión quería demostrar que el PSOE está lejos del PP y que los socialistas querían ser el principal referente de la izquierda. Por eso impuso que los 14 eurodiputados votaran en contra de Juncker, alejando el fantasma de una gran coalición con el PP, que desde 'Podemos' se quería proyectar.

Después se pasó de frenada y vinieron algunas propuestas que llamaron la atención: suprimir el ministerio de Defensa o realizar funerales de Estado para las víctimas de la violencia de género. "No me expresé bien, lo que quise decir es que la violencia de género es una cuestión de Estado, pero, si la familia lo considera oportuno, el Gobierno debería estar presente de alguna manera", explicó. Eran los tiempos en los que Sánchez, que aparecía en todas las televisiones no pronunciaba la palabra 'Podemos' y descartaba cualquier pacto con el populismo.

Inició su carrera por las televisiones para darse a conocer como nuevo líder del PSOE. No faltó a ninguna cita. Desde Sálvame hasta La Sexta Noche pasando por el Hormiguero o el Chester. Especialmente llamó la atención su llamada a Jorge Javier Vázquez para defender su postura contra el Toro de la Vega. La aparición provocó un aluvión de comentarios, tanto en filas socialistas como de la oposición, y a través de las redes sociales.

La encargada de nombrar al ganador de las primarias en el Congreso y con mucho entusiasmo fue Susana Díaz. La presidenta de la Junta de Andalucía ha pasado de ser su mayor apoyo, en la Comunidad Sánchez arrasó gracias al apoyo de Díaz, a ser un contínuo dolor de cabeza para el jefe socialista. Sus reiteradas enmiendas a su liderazgo no pasaban inadvertidas para la opinión pública, sus numerosos desplantes permitían hablar más del ruido interno que del proyecto socialista. Y así pasaban las semanas hasta que Felipe González pidió el apoyo para el líder por "cultura de partido". El propio González admitía en ese mitin,y delante del secretario general, que no lo había votado a él, pero era el momento de cerrar filas. Acababa de empezar la campaña electoral.

En febrero llegó su primera prueba de fuego. El debate sobre el Estado de la Nación. Y lo pasó. Aquí viene el punto de inflexión en el liderazgo según cargos de confianza del líder socialista. "Fue la primera vez que la gente le vio como presidente. Fue porque trasladó la voz de los ciudadanos al Congreso. Logró llevar la España real al hemiciclo mientras Rajoy contaba un país en el que nadie se reconoce", explica González Veracruz.

Por primera vez en la legislatura el líder del PSOE ganaba un debate. Sánchez, según el CIS, se impuso a Rajoy en la confrontación dialéctica, eso sí por la mínima. Le bastó para coger aire y recuperar al partido y parte de su liderazgo interno, fuertemente criticado. A finales de marzo llegaron las elecciones andaluzas y el resultado bueno ,pero corto, para el PSOE, le vino bien al secretario general. Fue una victoria clara para Susana Diaz, pero sin mayoría absoluta, obligaba a la líder andaluza a quedarse en su tierra y posponer, momentáneamente, su salto a la política nacional, que con una mayoría absoluta, nadie duda que hubiera servido de trampolín para disputar la candidatura a presidente del Gobierno a Sánchez.Alternativa de Gobierno

El mandato que tenía Sánchez al frente del PSOE era claro, unir a todos los socialistas y colocar al partido como alternativa de Gobierno. Trabajo ha tenido durante todos estos 365 días. Y con algunas dudas lo ha conseguido. Por lo menos tendrá vía libre y tranquilidad hasta las elecciones generales. El día después ya se verá dependiendo del resultado de los comicios. Frente a aquellos que pretendían convertir al PSOE en el PASOK griego, Sánchez con sus altibajos ha colocado a los socialistas en la mejor posición de toda la legislatura.

Según el último CIS, y la mayoría de todas las encuestas, el PSOE está a menos de dos puntos del PP, con lo que convierte a su partido en claro aspirante a La Moncloa.Sánchez ha alejado el fantasma del 'sorpasso', dándole la vuelta al CIS que colocó por primera vez a 'Podemos' por delante del PSOE. El PP obtendría el 25,6%, el PSOE está a sólo 1,3 puntos con el 24,3% mientras que Podemos pierde siete puntos y se queda en el 16,5%.Ha logrado frenar la sangría de votantes socialistas que se decantaban por el partido de Pablo Iglesias. Ha conseguido que el voto socialdemócratavuelva al PSOE procedente de Podemos. En Enero el 26% de votantes socialistas se pasaba a Podemos. Ahora es del 15,5%.Resultados de las municipales

Después llegaron las elecciones municipales y autonómicas con sabor agridulce. Mal resultado para el PSOE que obtenía el peor resultado de la historia en las municipales, y volvía a perder con el PP, dos puntos por debajo. Obtuvo el 25% de los votos perdiendo en total más de 700.000 votos. Si algo reflejó el resultado electoral es que el PSOE tiene un problema profundo en las ciudades. En ninguna de las grandes capitales de provincia el PSOE es el partido más votado. En Madrid y Zaragoza es tercero, en Barcelona quinto, en Valencia cuarto…

El resultado es las autonomías no fue mejor pero se compensó con mayor poder territorial. El PSOE perdió votos en todas las CCAA, salvo en una, en la Comunidad de Madrid con Ángel Gabilondo. El episodio del exministro de Educación ha sido uno de los que ha protagonizado el primer año de Sánchez al frente del PSOE. Fue un golpe de autoridad, un dedazo, una rebelión contra la opinión de los militantes. Sin embargo la destitución de Tomás Gómez le salió bien, al menos electoralmente. Es verdad que el PSOE no gobierna en la Comunidad de Madrid, se quedó a un escaño, pero logró frenar el crecimiento de 'Podemos' en uno de los sitios donde el partido de Pablo Iglesias está más asentado y es más fuerte. Gabilondo obtuvo 230.000 votos más que el candidato morado en Madrid y mejoró el resultado de Tomás Gómez tanto en votos como en escaños.Transparencia y corrupción

Sin embargo el problema de la federación madrileña, celebrado por algunos militantes y simpatizantes, y criticada por otros, no está aún resuelto. Como tampoco lo está la relación con el PSC, aunque en los últimos meses parece haberse encauzado. Sánchez tuvo en sus primeros días al frente del PSOE que hacer frente a la consulta soberanista del 9-N, y la posición de sus hermanos catalanes que seguían defendiendo el derecho a decidir. Ahora, casi un año después la situación ha cambiado sustancialmente. Ahora el socialismo catalán de Miquel Iceta defiende que los catalanes voten, pero por una reforma consitucional que haga de España un Estado Federal. Sánchez, en uno de sus principales logros, ha conseguido que el PSC abandone el soberanismo.

Pero este año no ha sido nada fácil. Prometió mano dura con la corrupción, y nada más llegar al cargo le estalló el caso de las Tarjetas Black. Fue el primero en reaccionar, no tenía otra opción, y expulsó de forma inmediata a todos los militantes que habían hecho uso de las tarjetas opacas. Entre ellos un exministro como Virgilio Zapatero. Y durante todos estos meses ha visto como el Supremo imputaba a dos símbolos socialistas, expresidentes del partido y de la Junta de Andalucía, Chaves y Griñán. A regañadientes y para que Susana Díaz formara gobierno accedió a pedirles las actas.Sprint Final

"Soy un político limpio", ha repetido una y otra vez durante este año como líder del PSOE. También lo dijo en su proclamación como candidato a la presidencia del Gobierno envuelto en la polémica y gigante bandera de España. Un movimiento, que pretende encuadrar al partido en la moderación y centralidad, mostrar su vocación de gobierno y alejar de las críticas de la radicalidad por parte del gobierno del PP tras los pactos con 'Podemos'. Alejarse del PP ha sido una de las estrategias de Sánchez de cara a la militancia.

El líder del PSOE ha logrado frenar la pérdida de simpatizantes y militantes en el partido. Admiten desde el PSOE que hay menos militantes que cuando llegó Sánchez, pero el rumbo se ha invertido. Cuando fue elegido había un censo de 197.000 militantes, ahora se admiten 4.000 menos. En los últimos días han roto su carnet del PSOE militantes ilustres domo Eduardo y Alberto Sotillos, padre e hijo, y Beatriz Talegón. Para algunos en la ejecutiva ha sido un alivio, sin embargo queda por ver cómo afecta al ala más izquierdista del partido.

Y ahora le queda el sprint final, lo más difícil. Precisamente administrar esos pactos será el principal escollo de los socialistas. La duda que queda es saber a quién le vendrá mejor los pactos electorales, si al PSOE o a Podemos. Muchas voces son las que piensan que 'Podemos' puede fagocitar al PSOE. Se han apoyado mutuamente para desbancar al PP pero sin formar gobiernos de coalición. No se quieren mojar. Sánchez tiene un trabajo duro por delante. Y para ello cuenta con un equipo de sabios, elogiado por casi todo el mundo, que será su gobierno en la sombra y el encargado de realizar el programa electoral.

El PSOE llega a cuatro o cinco meses de la celebración de las elecciones con posibilidades de ganar. Ese quizás sea el gran logro de Pedro Sánchez, hacer que la única alternativa al PP sea el PSOE. Hace un año o incluso menos, muchos lo veían difícil. "El PSOE ha cambiado a fondo. No sólo a sus lideres, también a sus equipos, hemos andado el camino que nos pedían los españoles. Mientras que en frente tienes el inmovilismo de Rajoy.", señalan fuentes optimistas del partido. La portavoz de campaña del PSOE, González Veracruz, promete una campaña rompedora y "muy por abajo". Insisten en que el PSOE es el partido de la centralidad, "que no de centro", es decir el partido capaz de aglutinar a ese sector mayoritario que según las encuestas está entre la izquierda y el centro.

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