Pedro se viste de héroe para dar la Supercopa al Barcelona ante el Sevilla

  • El Barcelona ganó 5-4 al Sevilla y levantó su quinta Supercopa de Europa este martes en Tiflis, en un espectacular partido en el que Lionel Messi logró un doblete, los andaluces fueron capaces de remontar tres goles y Pedro marcó el tanto decisivo en la prórroga.

Con este triunfo sobre el vencedor de la Europa League, el Barcelona sumó su cuarto título en 2015 (antes Champions, Liga y Copa), quedando a dos del 'sextete', cuando le faltan por disputar la Supercopa de España y el Mundial de clubes.

Además, iguala al Milán como club que más veces ha ganado la Supercopa (5) y el brasileño Dani Alves a Paolo Maldini, con cuatro ediciones del trofeo.

El argentino Ever Banega abrió el marcador para el Sevilla con un libre directo en el 3. Y Messi dobló la apuesta con otros golpes francos (7 y 16). Casi al final de la primera parte (44), Rafinha logró el 3-1.

En la segunda mitad llegó el gol del uruguayo Luis Suárez (52) y la espectacular remontada andaluza con tantos de José Antonio Reyes (57), el francés Kevin Gameiro (de penal, 72) y el ucraniano Yevhen Konoplyanka (81).

En el 114, Pedro, que había entrado por el argentino Javier Mascherano nada más comenzar la prórroga, marcó el gol del triunfo.

"La verdad es que estoy muy feliz de que le haya tocado a Pedro. Personalmente no sé lo que va a decidir, pero sea lo que sea, le deseamos lo mejor, por lo que ha dado y da al club", dijo Messi en rueda de prensa sobre su compañero, que podría fichar por el Manchester United.

El partido, un regalo para los espectadores con sus nueve goles, evidenció las alturas de la temporada en las que se disputa, con ambos equipos en busca del estado de forma que les llevó a conquistar Europa el año pasado y con constantes errores en defensa.

"Tenemos que analizar lo que ha pasado", señaló el técnico azulgrana Luis Enrique en referencia a desaprovechar la renta de tres goles que tenía su equipo.

"Nos quedamos con la miel en los labios", añadió Unai Emery, el entrenador del Sevilla.

Aunque jugara a 4.500 kilómetros del Camp Nou, el Barcelona se sintió como en casa en el Boris Pachadze Dinamo Arena.

Especialmente Messi. Tras dos meses de calvario con la Albiceleste, ¿quién le iba a decir que reencontraría el cariño en Georgia?

Tiflis se volcó con el rosarino. Caricaturas, camisetas y pintadas en los aledaños del estadio y una explosión de júbilo cada vez que la tocaba en el campo.

Por fin relajado, Messi respondió en la primera parte con una actuación que le perfila para su quinto Balón de Oro. Dos goles de falta, jugando a un toque con sus socios habituales y regalando algún eslalon marca de la casa a la agradecida grada. Fue elegido mejor jugador de la final.

Los azulgranas dominaban cómodamente. Suárez condujo un contraataque desde el centro del campo, pero se estrelló con Beto, antes de ceder para que Rafinnha marcara.

Al inicio de la segunda mitad, el cuarto. El francés Benoit Tremoulinas falló un pase y Sergio Busquets sirvió para Suárez.

El partido estaba acabado (4-1) y con media hora por delante era el momento de los homenajes. El Dinamo Arena se ponía de pie para despedir a Andrés Iniesta, sustituido.

Pero el Sevilla aprovechó el momento de relajación. Con el pundonor que le ha llevado a ganar dos Europa League consecutivas completó una remontada para el recuerdo.

Reyes, al primer toque, y Gameiro, tras un penal a Vitolo, pusieron el 4-3.

Konoplyanka, nada más sustituir al francés, hizo el 4-4 ante una defensa azulgrana derrumbada.

Como si se tratara del Camp Nou, el Dinamo Arena reaccionó con gritos de 'Barça, Barça', pero los azulgranas no correspondieron y el partido se fue a la prórroga.

Con media hora más, los dos equipos bajaron las pulsaciones.

Entonces apareció Pedro. Aprovechó un rechace de Beto a lanzamiento de Messi para conseguir el triunfo.

Como en 2009, el año del único 'sextete' en la historia del fútbol europeo, un gol del héroe discreto en la prórroga dio la Supercopa al Barcelona.

pm/jt/tjc

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