Petición formal de referéndum divide a fuerzas que reclaman derecho a decidir

  • La petición formal de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, que el Govern desea plantear a través de una carta, ha dividido hoy el bloque de los partidos que reclaman el derecho a decidir, ya que la mayoría de ellos consideran "insuficiente" o "inapropiado" este sistema de comunicación.

Barcelona, 2 jul.- La petición formal de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, que el Govern desea plantear a través de una carta, ha dividido hoy el bloque de los partidos que reclaman el derecho a decidir, ya que la mayoría de ellos consideran "insuficiente" o "inapropiado" este sistema de comunicación.

ERC pidió ayer que la carta que el presidente catalán, Artur Mas, desea enviar al Gobierno central para pedir formalmente la convocatoria de un referéndum de autodeterminación sea remitida también a los principales organismos internacionales a fin de que quede constancia de la solicitud, y de la probable negativa del Estado español.

El conseller Francesc Homs, sin embargo, ha considerado hoy innecesaria esta propuesta, y ha pedido a los republicanos y a ICV que no pongan más condiciones al proceso, porque éste no puede convertirse "en un concurso de ideas semanales".

Desde los grupos del Parlament, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha insistido en que a partir de ahora "todos los pasos" que se dan desde Cataluña tienen que tener una comunicación a la comunidad internacional y se ha mostrado convencida de que el Govern "encontrará la mejor forma de explicarlo".

"Les guste a algunos o no, que el Gobierno catalán envíe una carta pidiendo un referéndum tiene igualmente una repercusión en el ámbito internacional", y ha añadido que quizás haya desacuerdos "en las formas" entre los grupos pero "no en los contenidos".

En cambio, el portavoz del grupo del PSC, Maurici Lucena, ha suscrito la frase de Homs de que el proceso no debería convertirse "en un concurso de ideas", pero ha advertido de que "el envío de la carta llega tarde" puesto que "desde marzo Mas tiene un mandato muy claro del Parlament para negociar la consulta, y el PSC la habría enviado al día siguiente, junto a un calendario para negociarla".

Según Lucena, choca "la falta de sincronía entre la grandilocuencia de la foto del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir y el envío de una carta", y ha añadido que si dependiera del PSC, "la negociación de la consulta estaría más avanzada".

Por su parte, el portavoz del PPC en el Parlament, Enric Millo, ha considerado la carta una "burla" y ha dicho que "CiU busca coartadas que legitimen su proceso independentista".

"Es un error muy grave establecer esta relación epistolar, en lugar de buscar vías de diálogo. Este no es el camino correcto y eso es algo que ve todo el mundo", ha afirmado Millo.

El PPC considera que no es al Gobierno a quien Mas debe pedir la autorización para celebrar una consulta soberanista sino que este es un asunto que debe plantear en el Congreso, como hizo en su momento el entonces lehendakari Juan José Ibarretxe.

En opinión de Josep Vendrell (ICV-EUiA), "enviar una carta no es la mejor forma de hacer las cosas, no parece lo más razonable" sobre todo porque "es políticamente débil y jurídicamente intrascendente".

Desde el grupo de Ciutadans (C's), su portavoz parlamentario, Jordi Cañas, ha ironizado sobre la afición del Ejecutivo catalán a enviar cartas, "porque parece entender la política como un programa televisivo, y anuncia que 'tiene una carta para Rajoy'".

Ciutadans opina que la respuesta "debería ser decir que el Gobierno español tiene la Carta Magna, y que su deseo es cumplirla y hacerla cumplir".

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