Piden 3 años a los policías que inmovilizaron al nigeriano muerto en un avión

  • La fiscalía pide tres años de cárcel para cada uno de los dos agentes de la Policía Nacional que, en junio de 2007, inmovilizaron a un nigeriano que murió en un vuelo entre Madrid y Lagos cuando era deportado a su país.

Elche (Alicante), 11 may.- La fiscalía pide tres años de cárcel para cada uno de los dos agentes de la Policía Nacional que, en junio de 2007, inmovilizaron a un nigeriano que murió en un vuelo entre Madrid y Lagos cuando era deportado a su país.

La primera vista oral empezó a celebrarse en marzo de 2011 aunque se suspendió a los pocos minutos a causa de las dudas surgidas en torno a la identidad de la víctima, ya que al parecer su pasaporte es "falso".

Una vez que la situación parece resuelta, el juicio por estos hechos está previsto para el próximo jueves en la sección séptima de la Audiencia de Alicante, con sede en Elche, y el ministerio público cree que los dos agentes, J.L.C.G. y M.A.P.R., pudieron cometer un homicidio por imprudencia grave.

En la calificación preparada por el fiscal para la primera vista oral, el ministerio público considera que esto es así porque, "sin que existiera protocolo u orden alguna", aplacaron al súbdito nigeriano, Osamuyi Akpitaye, de 23 años, que se oponía "tenazmente" a su deportación colocándole cinta adhesiva alrededor de la cabeza y tapándole la boca.

Esto impidió "sobremanera" la respiración del nigeriano, lo que provocó una parada cardiorespiratoria secundaria y asfixia por sofocación, que desembocó en la muerte.

Los hechos ocurrieron el 9 de junio de 2007 cuando los dos agentes debían ejecutar la orden de expulsión de Apkitaye, después de dos tentativas fallidas debido a la oposición del joven a embarcar en un aparato (los días 5 y 7 del mismo mes).

El día 9, fecha en la que cumplía el plazo de internamiento, se tenía previsto embarcarle en el vuelo de Iberia IB 3746 desde Barajas a Lagos, y para ello se le trasladó desde el centro de internamiento hasta la terminal T4.

Debido al rechazo a ser repatriado, los agentes le esposaron y le colocaron cinta adhesiva alrededor de los brazos y piernas, y posteriormente le llevaron a rastras.

En el camino, el nigeriano se golpeó voluntariamente contra el coche policial mientras gritaba que no se quería ir y justo cuando iba a ser embarcado se opuso "tenazmente" y forcejeó con los agentes "sujeto a una gran excitación".

En ese momento, los dos agentes le colocaron más cinta adhesiva en la cabeza y la boca, lo que impidió la respiración de Apkitaye, quien no obstante persistió en su actitud.

Esta resistencia hizo que los agentes pidieran ayuda a otros policías más para poder subirlo al avión, donde tuvo que ser sentado por la fuerza mientras profería gritos guturales e intentaba zafarse.

Tal situación de gran esfuerzo y agitación, y su consecuente falta de oxígeno, unida a la oclusión de una de las vías respiratorias, produjo la muerte, que fue detectada por los agentes entre 30 y 40 minutos después del despegue del aparato, cuando se sobrevolaba Argel.

Al apercibirse de la situación, se informó al comandante del avión, que decidió dar media vuelta y regresar al aeropuerto alicantino de El Altet.

Además de la pena de cárcel de tres años para cada agente, el fiscal pide la inhabilitación especial para el ejercicio de policías durante el mismo periodo, así como que indemnices conjunta y solidariamente con 180.000 euros a los herederos de la víctima.

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