Tarragona.- El fiscal pide cinco años de prisión para el imán de la comunidad islámica de Cunit (Tarragona), M.B., por presuntas amenazas, coacciones y calumnias a F.G., una mujer marroquí de 31 años, mediadora cultural del Ayuntamiento de Cunit, en el juicio por este caso que empezará hoy en Tarragona.
Para el presidente de la Asociación Islámica de Cunit, A.O., la fiscalía pide cuatro años de cárcel por los presuntos delitos de coacciones y calumnias, mientras que la esposa y la hija del imán se enfrentan a dos años de prisión acusadas de coacciones, informa el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
La acusación particular mantiene la petición de penas del Ministerio Público, mientras que la defensa solicita la libre absolución de los imputados por entender que no existe delito alguno.
En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal considera que los acusados, con la finalidad de que F.G. abandonase su puesto de trabajo como mediadora cultural, entregaron el 27 de noviembre de 2008 un escrito a la alcaldesa, Judith Alberich (PSC).
En dicho escrito habían recogido firmas entre la comunidad islámica poniendo de manifiesto que la mediadora "no poseía estudios y que no entregaba información suficiente a los necesitados ni les respetaba".
En las mismas fechas, los acusados, "con la finalidad de desacreditar" a la mujer, se pusieron en contacto con un responsable de Asuntos Religiosos de la Generalitat, a quien le comentaron que la mujer era "un topo" en el Ayuntamiento de Cunit, que pasaba información de ellos, sostiene el fiscal.
También contactaron con el imán de Mataró para que mediase con la intención de que echasen a la mediadora, y A.O. y M.B. hablaron con la alcaldesa de Cunit para comunicarle que F.G. falsificaba informes de arraigo y que informaba de los bienes que tenían, impidiéndoles que les concediesen las ayudas estatales, asegura el Ministerio Público.
Además, el 22 de noviembre de 2008, sobre las 20.30 horas, el imán abordó en plena calle a la mujer para decirle que no duraría en Cunit "ni un día más", que iba a "acabar" con ella y su familia y que era una "puta ladrona", según la acusación particular.
La acusación asegura que los imputados contactaron con el marido de la mujer recriminándole que permitiera la forma de vida occidental de su mujer -que trabajaba, conducía y no llevaba velo- e incluso "le ofrecieron otra mujer para casarse", con el objetivo de "aislar" a la denunciante.
Los enfrentamientos, que "han ido dilatándose en el tiempo, subiendo de intensidad, incluso con enfrentamiento físico", llevaron a la mediadora a "un estado de ansiedad" que le hizo estar de baja.
Por su parte, la defensa niega las acusaciones y sostiene que la hija del imán redactó un escrito de queja contra F.G. a petición de "distintas personas del colectivo marroquí de Cunit" disconformes con "la desconsideración y el abuso" que les dispensaba.
Respecto a las imputaciones sobre la forma de vida occidental de la mediadora, la defensa asegura que las afirmaciones de la acusación particular son "falsas" y recuerda que la esposa del presidente de la Asociación Islámica de Cunit "trabaja desde hace muchos años por cuenta ajena y lo hace sin velo, y tiene además carné de conducir".
También mantiene que la mujer del imán ha trabajado y que su hija está cursando estudios de auxiliar de farmacia.
El juicio por estos hechos se tenía que celebrar mañana en el juzgado penal número 2 de Tarragona, pero se ha trasladado a la Audiencia de Tarragona debido a la fuerte expectación que ha levantado el caso.
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