Pilar manjón pide más vigilancia en las mezquitas para evitar atentados islamistas

Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, considera que España debe vigilar más prisiones y mezquitas para evitar que en estos lugares se adoctrine a potenciales yihadistas que terminen cometiendo atentados.
Manjón hizo esta reflexión a Servimedia con motivo del decimosegundo aniversario de los atentados del 11-S en EEUU, que tuvo lugar este miércoles. Esta acción terrorista fue seguida en años posteriores por otras masacres islamistas en países como Londres (7-J) o Madrid (11-M).
En este sentido, Manjón dijo que no tiene “nada claro” que en estos momentos “España no esté, como hace diez años, mirando hacia otro lado”, en referencia a que, a su juicio, antes del 11-M en Madrid las autoridades no prestaban suficiente atención al radicalismo islamista.
Respecto a en qué aspectos debería incidir España para evitar nuevos atentados yihadistas, este representante de las víctimas del 11-M apuntó la conveniencia de reforzar la vigilancia en prisiones y mezquitas.
“BLANCO FÁCIL”
Por lo que se refiere a las cárceles, destacó el peligro que existe en estos lugares debido a que “hay muchos musulmanes detenidos” y a que hay personas de esta confesión religiosa “que delinquen con pequeños delitos para no ser expulsados” del territorio español. Según Manjón, en las cárceles “estas personas son blanco fácil de aquellos que ya están radicalizados”.
Remarcó que “la prisiones son un campo a tener en cuenta, porque no conocemos su idioma”, en referencia al árabe, al tiempo que destacó que con ETA “siempre había algún funcionario que pudiera hablar euskera”.
Asimismo, se refirió a que “habría que incidir también mucho en determinados mensajes radicales” en las mezquitas. A su juicio, aunque “no todas” estas instalaciones religiosas de España están “radicalizando” a los fieles, sí que sucede esto “en algunas mezquitas concretas”.
Incidió, a este respecto, en que en la masacre del 11-M “fue claro que tuvieron un papel importantísimo las mezquitas de la M-30 y la de Estrecho” en Madrid, en referencia a que en estos lugares de culto se transmitieron enseñanzas radicales a personas que terminaron participando en la masacre de Madrid.