Pimenta estruja los mecanismos del mal en su versión de "Macbeth" para UR

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 29 nov.- Después de muchas dudas y con la sorpresa por medio de su nombramiento como directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Helena Pimenta ha logrado poner en pie para la que era su compañía, UR Teatro, "Macbeth", un hipnótico muestrario de malos instintos que mañana se estrena en los Teatros del Canal.

Pimenta ha explicado hoy en rueda de prensa junto al escenógrafo y protagonista, José Tomé; el director de los teatros, Albert Boadella; y el director de Promoción Cultural de la Comunidad de Madrid, Amado Giménez, el proceso de creación de la obra, que se estrenó el 19 de mayo en Sevilla y ya ha pasado por distintos festivales antes de recalar en Madrid.

"Lo íbamos a estrenar en mayo aquí pero en abril me dieron la noticia de mi nombramiento. Fue un trabajo de todo un año y nació en un momento muy, muy difícil para el teatro español (...). Dudamos mucho sobre si seguir o no y el resultado expresa ese gran esfuerzo", ha apuntado Pimenta.

"Decidimos hacer la obra sabiendo que era posible que no recuperáramos el dinero y encima con uno de los textos teatrales más complicados, pero nos dijimos 'vamos a por todas'. Ha sido una ocasión para dejarse la vida", ha confesado.

En este "Macbeth", Pimenta, que firma la versión y la dirección, destripa los mecanismos del mal con una profundidad lograda a través del "vídeo-mapping", es decir, con proyecciones sobre una gasa anterior y una pantalla exterior de imágenes con las que los siete intérpretes interactúan.

Es una ventana en 3D abierta al mal desde la que se ve cada engranaje de lo que fue el epítome moderno de la lucha del hombre contra el hombre, la I Guerra Mundial, con la banda sonora de fragmentos de la ópera "Macbeth", de Verdi, interpretados por el "coro griego" de los 42 hombres del Coro de Voces Graves de Madrid, dirigidos por Juan Pablo de Juan.

Es una suerte de trampantojo al que se ha traslado el mundo de ultratumba, de brujas, que sólo habita en la cabeza del ambicioso y traidor Macbeth, un canalla corriendo sin orden y concierto en pos del poder que sólo su locura le ha prometido.

La temperatura moral ideal para cocinar el periplo de ascensión y caída guiado por una ambición desmedida, la consigue Pimenta con su propuesta estética, que rompe, según Boadella, "totalmente con la rutina que hay en la representación de las obras de Shakespeare y hacer una lectura insólita, bella y brutal".

UR Teatro, según Pimenta, ha conseguido "un lenguaje propio" para interpretar a Shakespeare, con la ambición "de conectar con el espectador de hoy" y desde su conocimiento del teatro.

"Hacemos siempre una lectura escénica muy personal, no por epatar a nadie sino por ser sinceros con nosotros mismos. El teatro es la pequeña astucia del niño que fantasea en la noche para hacerse el valiente", sintetiza.

Esta versión, asegura, "tiene mucho músculo, porque empieza muy arriba y termina muy arriba", llena de la energía que acompaña cada palabra de la tragedia de Shakespeare.

"'Macbeth' puede ser el gran tópico de la violencia, contado con elementos de nuestra época y por eso se asimila muy bien", ha subrayado la directora, que cree que "la auténtica mala" de la historia es Lady Macbeth, un papel que interpreta Pepa Pedroche.

La actriz ha recalcado que el reto para los actores ha sido "trabajar la maldad absoluta", algo que "no es humano" aunque sí "el empeño en darle vueltas a las cosas para destrozarlas, para fastidiarlas".

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