Plataforma Valladolid celebra una sentencia que "llega en el momento justo"

Valladolid.- La delegación en Valladolid de la Plataforma Padres por la Libertad, contraria a la asignatura de Educación por la Ciudadanía (EpC) por considerarla doctrinaria, ha celebrado el contenido de una sentencia que reconoce el derecho a la objeción de conciencia y que "llega en el momento justo".

"Ha sido un año de mucho trabajo, de gran sufrimiento y oposición por parte de centros educativos, del Gobierno central y también de la Junta de Castilla y León", ha manifestado a Efe Susana Álvarez, representante en Valladolid de Padres por la Libertad, un movimiento cívico que a escala nacional ha presentado más de 50.000 objeciones.

Sendos recursos, interpuestos por familias de Valladolid y de Salamanca, han motivado las dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCYL), con fecha de hoy, que reconocen el derecho de objeción de conciencia hacia EpC, apartándose así del criterio del Tribunal Supremo adoptado en cuatro fallos conocidos a mediados del pasado febrero.

La consecuencia inmediata de esta nuevo giro judicial, según Álvarez, es la cobertura jurídica de que gozan ya los niños cuyos progenitores y tutores decidieron en Castilla y León que no cursarán EpC el primer curso que se impartió, el 2008/2009, y los que a partir del recién estrenado han adoptado la misma decisión.

"De momento no se puede devengar ninguna consecuencia negativa, ningún perjuicio como el suspenso de la asignatura ni la obligatoriedad de cursarla para obtener el título de Educación Secundaria Obligatoria (ESO)", ha agregado.

La resolución del TSJCYL "llega en el momento justo", según Álvarez, porque durante estos días finaliza el pasado curso escolar y se inicia nuevo, con el fin de regular la nueva situación derivada de esa decisión judicial.

La representante de Padres por la Libertad en Valladolid ha recordado que al inicio del pasado curso escolar la Junta de Castilla y León, a través de su consejero de Educación, Juan José Mateos, "mostró cierta comprensión al principio" mediante el dictado de una serie de medidas cautelares que protegían a los protectores.

Con el paso del tiempo, al conocerse en febrero pasado las sentencias del Tribunal Supremo que no reconocían la objeción de conciencia, esas cautelas se suprimieron y se dictó una orden para el reingreso de los alumnos refractarios.