Policía desactiva artefacto explosivo tras ataque a hacienda en Paraguay

  • La Policía paraguaya desactivó hoy un artefacto explosivo hallado tras el ataque a tiros a una hacienda del departamento de Concepción (norte), donde rige el estado de excepción para combatir contra un grupo armado de izquierda.

Asunción, 9 nov.- La Policía paraguaya desactivó hoy un artefacto explosivo hallado tras el ataque a tiros a una hacienda del departamento de Concepción (norte), donde rige el estado de excepción para combatir contra un grupo armado de izquierda.

Agentes de operaciones especiales de la Policía realizaron ese procedimiento tras el hallazgo de un artefacto explosivo en una zona boscosa de la hacienda "La Blanca", de Huguá Ñandú, en Concepción, a 450 kilómetros al norte de Asunción.

El explosivo fue encontrado luego de que ese recinto fuera atacado a tiros en la noche del martes por un grupo armado que tras perpetrar el hecho se dio a la fuga, según dijo a periodistas una fuente policial, que confirmó que no se reportaron heridos durante el ataque.

Las autoridades no descartan que el atraco haya sido perpetrado por el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), una banda criminal que según la Fiscalía recibió adiestramiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Los cabecillas de ese grupo criminal, que opera en las regiones boscosas del país, son buscados por militares y policías al amparo del decreto de estado de excepción por 60 días declarado el pasado 10 de octubre en Concepción y en San Pedro (centro).

La medida de seguridad fue declarada tras la muerte de dos policías en un ataque a tiros el 21 de septiembre en Horqueta (Concepción).

Pocas semanas después de ese hecho, un suboficial resultó herido en el hombro durante un control de carretera en la zona, un suceso que se investiga aunque el Gobierno considera que pudo tratarse de un disparo accidental.

Además, dos agentes resultaron heridos durante el ataque a tiros perpetrado el 24 de octubre pasado contra un destacamento policial en esa región.

El EPP cuenta con al menos una decena de integrantes a los que se atribuye secuestros, asesinatos de policías, ataques a fincas agrícolas e instalación de explosivos en sedes estatales, según las autoridades.

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