Pornografía, correo, móvil... el 40% de la población es adicta a la tecnología

  • Son mucho más fáciles de ocultar que las adicciones a sustancias, lo que las hace más peligrosas, aunque "son muy similares entre sí".
Aplicaciones para buscar piso desde el móvil
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Estudios recientes reflejan que hasta el 40% de la población sufre adicciones relacionadas con internet, ya sea al correo electrónico, los videojuegos o la pornografía, según el profesor de psicología y marketing de la Universidad de Nueva York Adam Alter, quien confiesa que en su caso está algo obsesionado con el correo electrónico. Alter es autor del libro Irresistible ¿Quién nos ha convertido en yonquis tecnológicos?(Paidós), un ensayo de 310 páginas en el que analiza el "auge" de estas adicciones "del comportamiento".

Son mucho más fáciles de ocultar que las adicciones a sustancias, lo que las hace más peligrosas, aunque "son muy similares entre sí" ya que activan las mismas regiones cerebrales y "se alimentan en parte de las mismas necesidades humanas básicas", explica este autor que estuvo en la lista de best sellers de The New York Times con su anterior libro, también sobre adicciones y tecnología, "Creo que sabemos que consagramos mucho tiempo a los dispositivos tecnológicos, pero no terminamos de darnos cuenta de todo lo que llegamos a usarlos, ni lo difícil que resulta acortar ese tiempo", señala.

Si le pides a alguien que adivine cuánto tiempo le dedica al móvil, "normalmente te dirá que unos 90 minutos", pero la media está en torno a tres horas al día, añade. Además muchos de los que pretenden moderar su uso terminan fracasando y "si no implementamos una serie de estrategias a conciencia, la mayoría seguiremos usando el móvil incluso cuando preferiríamos no hacerlo".

Así aconseja dejar el teléfono a un lado todos los días, durante la cena, o una hora antes de irse a la cama y una hora después de levantarse. También se puede tratar de olvidar el móvil un día entero del fin de semana o una tarde de cada dos al salir del colegio o del trabajo, propone.

"Mételo en un cajón en tu habitación; sal sin él; disfruta de la naturaleza; haz ejercicio sin pantallas? lo que sea. La cuestión es no tomar la decisión cada vez, sino asumir automáticamente que, en según qué contextos, no vas a usar el teléfono", recomienda.

La mera presencia del teléfono, según este psicólogo, supone una distracción incluso cuando no se usa de forma activa. Pero los móviles, apunta, no son los únicos culpables de las adicciones tecnológicas, están también los videojuegos, especialmente los que permiten a miles de jugadores interconectarse en tiempo real, y que resultan muy adictivos sobre todos para los adolescentes.

Y es que los adolescentes, explica, "son más vulnerables porque que se están desarrollando cognitivamente, no suelen disponer de los mismos recursos de autocontrol que los adultos y su fuerza de voluntad es menor". Sus estrategias, sostiene, también suelen estar menos pensadas y la presión del grupo es mayor.

La tecnología "intrusiva" también ha hecho que las compras, el trabajo y la pornografía, sean más difíciles de evitar. Adam Alter no señala una en concreto como la más peligrosa, porque depende de cada persona. En su caso, confiesa, es el correo electrónico: "ocupo muchas horas todos los días en responder mensajes, hasta el punto de que me cuesta dormir si no he leído o archivado los mensajes que esperan en mi bandeja de entrada"

A bastantes personas les ocurre algo parecido y otras, añade, se obsesionan tanto con los dispositivos de actividad física, como las pulseras que cuentan los pasos, que incluso siguen haciendo ejercicio lesionados. "Otros todavía padecen la ruina económica que provocan los juegos de azar o gastarse demasiado dinero en tiendas electrónicas o en videojuegos", señala.

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