Presidente Humala visitó la zona de búsqueda de 43 rehenes de grupo armado

  • El presidente de Perú, Ollanta Humala, visitó hoy la localidad de Kiteni, en la selva de la región Cuzco, donde se concentran los operativos de búsqueda de los 43 rehenes tomados el lunes por un grupo armado.

Lima, 13 abr.- El presidente de Perú, Ollanta Humala, visitó hoy la localidad de Kiteni, en la selva de la región Cuzco, donde se concentran los operativos de búsqueda de los 43 rehenes tomados el lunes por un grupo armado.

Humala se reunió en Kiteni, en la provincia de La Convención, con el Estado Mayor a cargo de los operativos de búsqueda y donde ayer falleció una oficial de la policía a raíz de un ataque contra un helicóptero que participa en estas acciones.

El mandatario dijo en Kiteni, según un comunicado de prensa de la Presidencia, que el Gobierno no va a ceder al chantaje ni va a retroceder en su propósito de erradicar a los remanentes del terrorismo.

Asimismo, instruyó al comando combinado del Ejército y de la Policía Nacional que desplieguen los esfuerzos necesarios para lograr la liberación de los trabajadores de tres empresas contratistas del yacimiento de gas de Camisea.

"La prioridad es preservar la vida de las personas tomadas como rehenes", subrayó Humala durante su visita a la localidad ubicada en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE).

Además, el presidente peruano se reunió con los soldados y policías que trabajan en esta misión, a quienes "felicitó por el espíritu de entrega y amor al país que vienen demostrando".

A primera hora de hoy, Humala recibió con honores en Lima el féretro con el cadáver de la capitana de la Policía Nancy Flores, muerta en el ataque terrorista en la selva peruana.

Flores formaba parte del comando unificado de la Policía y el Ejército que busca en la zona del Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) a 43 trabajadores de empresas vinculadas al consorcio de gas de Camisea, secuestrados por unos 50 hombres armados desde el lunes.

Los secuestradores han solicitado para liberar a los trabajadores un rescate de 10 millones de dólares, una "cuota de guerra" anual de 1,2 millones de dólares y explosivos.

El Gobierno declaró el miércoles el estado de emergencia (excepción) en La Convención, donde se produjo el secuestro, y envió a 1.500 militares para "aislar" a los secuestradores, a los que calificó de narcoterroristas.

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