Abe decidió aplazar su visita "debido a la situación en el Parlamento", declaró el portavoz del gobierno Yoshihide Suga, en alusión a las dificultades que tiene el primer ministro para hacer aprobar un proyecto de ley que aumenta el poder del ejército nipón.
Pero, según la prensa japonesa, Tokio está preocupado especialmente por el carácter antijaponés de este desfile que tiene previsto recorrer el centro de Pekín el 3 de septiembre para marcar el fin de la II Guerra Mundial.
Abe había manifestado la voluntad de reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, a principios de septiembre pero el encuentro no había sido confirmado.
"Esperamos trabajar en el desarrollo de las relaciones entre los dos países creando oportunidades de encuentros entre nuestros dirigentes con motivo de conferencias internacionales y otros acontecimientos", agregó Suga.
Japón ocupó una parte de China entre los años 1930 y el final de la II Guerra Mundial. Pekín reprocha a Tokio que no haya reconocido suficientemente el calibre de los crímenes de guerra nipones durante la ocupación y asocia este contencioso histórico a los diferendos territoriales que oponen a los dos países.
Con excepción del presidente ruso Vladimir Putin, pocos jefes de Estado extranjeros han confirmado la presencia en este desfile.
Seúl aseguró la semana pasada que la presidenta surcoreana Park Geun-Hye asistirá a las "conmemoraciones" pero todavía no está decidido si presenciará el desfile militar.
nf-uh/alc/af
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios