Procuraduría procesa a 19 militares por cinco ejecuciones en Colombia

  • La Procuraduría colombiana abrió procesos disciplinarios a 19 militares por la ejecución extrajudicial de cuatro civiles y un soldado en supuestos combates con grupos guerrilleros o bandas criminales, informaron hoy fuentes de esa entidad de control.

Bogotá, 14 feb.- La Procuraduría colombiana abrió procesos disciplinarios a 19 militares por la ejecución extrajudicial de cuatro civiles y un soldado en supuestos combates con grupos guerrilleros o bandas criminales, informaron hoy fuentes de esa entidad de control.

Los implicados pertenecían a tres batallones del Ejército que pudieron "contrariar" las normas del derecho internacional humanitario que obligan a proteger a la población civil, advirtió el Ministerio Público en un comunicado.

El órgano de control de los funcionarios en Colombia señaló que los militares fueron procesados por tres hechos por separado de febrero, marzo y junio de 2008 en igual número de regiones del país.

El primero de ellos está relacionado con la muerte de un civil en un supuesto combate con tropas en una zona rural cerca de Bucaramanga (nordeste), caso con el que fueron vinculados tres militares.

La fuente explicó que los uniformados lo presentaron como un guerrillero muerto en combate y que, por el informe de levantamiento del cadáver, llevaba un fusil, una granada y otros pertrechos, además de un equipo de comunicación por radio.

La víctima vivía en Soacha, populosa población al sur de Bogotá de la que eran vecinos unos veinte jóvenes que desaparecieron y fueron hallados posteriormente sepultados en varios cementerios del nordeste colombiano como rebeldes sin identificar.

El caso de Soacha puso al descubierto, a finales de 2008, los llamados "falsos positivos", como se conoce en el país la muerte de civiles a manos de militares que los presentan como rebeldes muertos en combate para mostrar resultados u obtener beneficios.

Por un segundo hecho, que data de marzo de 2008, la Procuraduría encausó a siete militares implicados en la muerte en la localidad de Cimitarra (nordeste) de dos civiles que presentaron como miembros de bandas de origen paramilitar, armadas por narcotraficantes.

Según la fuente, las víctimas vivían con sus familias en Bogotá, estaban desempleadas y sus desapariciones habían sido denunciadas de manera oportuna.

Otros nueve militares fueron procesados por la muerte, en junio del mismo año, de un civil y un soldado en un supuesto enfrentamiento de tropas con presuntos rebeldes en Bucarasica, población en el nordeste del país.

La Procuraduría indicó que el civil no era combatiente y que el soldado, como dijeron los implicados, murió "bajo el fuego amigo sin que aparentemente se librara el aducido combate".

La Fiscalía colombiana ha documentado e investigado más de 2.000 casos de esta práctica y ha vinculado con ellos a casi 1.500 militares, de los cuales al menos cien han sido condenados.

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