El PSOE sabía de antemano que la propuesta de Compromís era puro teatro

  • Los socialistas siempre supieron que Podemos y Ciudadanos no aceptarían firmar juntos el documento que presentó 'in extremis' Compromís.

    En el Acuerdo del Prado no se contemplaba el referéndum y se proponía una reforma federal para solucionar el problema territorial. Domènech habló de teatro y paripé.

PSOE acepta dialogar sobre la oferta de última hora de Compromís, pero exige al menos dos años de apoyo a Sánchez
PSOE acepta dialogar sobre la oferta de última hora de Compromís, pero exige al menos dos años de apoyo a Sánchez
EUROPA PRESS
Fernando H. Valls

Compromís cerró el telón al teatro de las negociaciones presentando tres folios para formar gobierno entre seis partidos. De locos, como dijo Rivera, que calificó la propuesta de farsa.

El PSOE siempre supo que no habría acuerdo para investir a Pedro Sánchez en el tiempo de descuento. Los socialistas, que aceptaron  27 de las 30 propuestas que había planteado Compromís, eran conscientes de que Podemos y Ciudadanos no se pondrían de acuerdo a última hora. No tenía ningún sentido. Solo entre los socialistas empezó el run run de aceptar dejar de lado a C's para no ir a elecciones. Pero era demasiado hasta para Pedro Sánchez, que siempre dijo tener palabra. 

Los miembros del equipo negociador del PSOE dijeron sí a la amplia mayoría del Acuerdo del Prado de Compromís, con algunas matizaciones, total era gratis, pero tenían asumido de que las elecciones se iban a repetir. Un miembro de este equipo explicaba a lainformacion.com que eran conscientes de la imposibilidad de poner de acuerdo a dos formaciones antagónicas como Podemos y Ciudadanos.

Las mismas fuentes aseguraban que el partido de Albert Rivera y Compromís se odiaban en Valencia y, por tanto, Ciudadanos no firmaría ese acuerdo, que habñia nacido en Valencia de la mano de Oltra. Y solo con Podemos se necesitaba a los independentistas, una línea roja del Comité Federal.

En la propuesta de Compromís, además, se incluía una reforma territorial para avanzar en un modelo federal. Esta propuesta era contraria a lo que defendía Podemos, que siempre ha defendido un referéndum en Cataluña.

Desde el PSOE se aseguraba que se había dado esta respuesta afirmativa al documento de Compromís para demostrar que Ferraz era autónoma y estaban obligados, en cierta medida, a contestar a una propuesta que les habían hecho desde otra formación. Aún así eran conscientes de que todo formaba parte de un teatro en el último minuto y que no habría acuerdo.

El objetivo del PSOE, por tanto, estaba encaminado a demostrar que Sánchez y los suyos habían intentado pactar hasta el final, formar Gobierno y que solo habían recibido negativas para lograrlo.

Hasta Xavier Domènech, portavoz de En Comú Podem en el Congreso, daba por imposible un acuerdo de última hora y acabó pidiendo propuestas reales y no teatro. Lo dejó claro: no participamos en ningún paripé más. Es lo que hubo hasta el último día.

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