Psoe. Tezanos llama a consolidar un liderazgo a quien nadie pueda “callar la boca”

José Félix Tezanos, director de la revista `Temas´, cuyo Consejo de Dirección preside Alfonso Guerra, considera urgente que el PSOE abandone “rifirrafes personalistas” y consolide un proyecto y un liderazgo sin hipotecas ni lastres y al que nadie pueda “callar la boca”.
Lo escribe en un análisis sobre “El PSOE ante su futuro” publicado en el último número de la revista y en plena campaña entre los tres candidatos a la Secretaría General del partido: Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias.
Subraya que el PSOE ha sido siempre un partido “vertebrador” e imprescindible en la articulación democrática en España, y recorre la historia reciente con especial detenimiento en el proyecto de José Luis Rodríguez Zapatero, “destinado a agotarse en sí mismo” y que por ello fue “sustituido por un periodo más errático, con frecuente recurso a las ocurrencias”.
Finalmente, recuerda, llegaron “las renuncias sociales” y “un cambio medio clandestino de la Constitución”, en una secuencia que nunca fue “entendida ni perdonada” por una parte apreciable del electorado.
Después, “el contencioso sobre liderazgos” tampoco ha sido entendido por militantes y electores, dice Tezanos, que no identifican en el PSOE ni un proyecto “claro”, ni un liderazgo “suficientemente apoyado y respetado en sus propias filas”.
Más bien, advierte, desde fuera se puede contemplar la situación del partido como un “apreciable barullo y diversificación” que, si no se rectifica, puede generar “más erosiones electorales”.
Cree que ahora el PSOE el PSOE tiene dificultad para fijar públicamente una imagen y un proyecto netamente diferenciado de la política del PP y de los conservadores europeos, un problema que afecta a toda la socialdemocracia europea.
Alerta, en ese sentido, de que el empeño de algunos por hacer que sus formaciones sean “tan responsables”, “tan tecnócratas”, “tan moderadas” y “tan desdibujadas” ha hecho que muchos votantes no las vean como partidos de izquierdas, y pueden perder su papel como referencia en ese espectro.
El PSOE está entre esas fuerzas cuyos electores pueden acabar buscando respuestas en otros partidos, “aunque terminen siendo víctimas de la demagogia y de los simplismos inviables”.
Llama por ello a situar en primer plano el debate programático y a abandonar “los rifirrafes personalistas recurrentes” que gran parte de los ciudadanos interpreta como “peleas autodestructivas carentes de mayor interés y utilidad”.
Considera necesario, además de proyecto, un liderazgo “potente” y “claro” con apoyos para no verse cuestionado y que no esté “hipotecados por lastres ni otros problemas capaces de callar la boca”, con capacidad para trabajar en equipo, desde un “inequívoco sentido democrático” pero a la vez decidido a afrontar un periodo “ejecutivo y resolutivo”.
Cree urgente demostrar que el PSOE es una organización “seria y eficaz, bien trabada y coordinada, con un proyecto claro y en la que se puede confiar”, porque la deriva ha llegado a tal punto que, si no se rectifica pronto, “la decadencia puede acabar haciéndose crónica”.