¿Qué está pasando en Brasil y por qué protestan los indignados?

    • Brasil está viviendo numerosas manifestaciones donde cientos de miles de personas muestran su indignación y le disputan la calle a los aficionados al fútbol.
    • Las causas de estas protestas están en el aumento de las tarifas del transporte público, el excesivo gasto en eventos deportivos, la corrupción o el malestar de la clase media.
Sao Paulo y Río de Janeiro ceden a las protestas y bajan el valor del transporte
Sao Paulo y Río de Janeiro ceden a las protestas y bajan el valor del transporte

Brasil es un país con dos caras muy diferentes en estos momentos. Por un lado, vive la fiesta del fútbol con la Copa Confederaciones; por el otro, es el escenario de numerosas manifestaciones de indignados, muchas veces disueltas de forma violenta por las fuerzas policiales. Alegría y enfado se combinan en el país. ¿Qué está pasando? ¿Cuál es el motivo de las protestas en Brasil?



Este vídeo de Carla Dauden, una joven cineasta brasileña que vive en California, se ha convertido en un fenómeno viral porque resume bastante bien la indignación de una parte de la población del país sudamericano. Aquí puedes ver la trnascripción en español del vídeo.


A pesar de grabar el vídeo antes de las protestas de Río de Janeiro y Sao Paulo, el vídeo da en el clavo al explicar uno de los motivos de las protestas: el fútbol. Parece increíble porque siempre se ha considerado a Brasil la cuna de este deporte, pero tiene su sentido. A continuación, una explicación de las razones que han llevado a los brasileños a echarse a la calle para protestar:Subida en el precio del transporte público. Las protestas se iniciaron el día 11 de junio por la enésima subida en las tarifas del transporte público. En este caso, de 20 reales. En Río de Janeiro, por ejemplo, ha pasado de 2,75 reales a 2,95 (subida equivalente a 7 céntimos de euro) y En Sao Paulo, por citar un ejemplo, ha pasado de 3 reales a 3,20, o lo que es lo mismo, 1,10 euros.

Una cantidad importante, si se tiene en cuenta que el salario mínimo brasileño es de 237 euros. Una cantidad importante también, porque el estado de ese transporte público tampoco es bueno. En Brasilia, la capital, puede verse a menudo autobuses averiados y pasajeros esperando durante horas a que llegué otro autobús.

"No es por los centavos, es por los derechos". Ésta es una frase que se ha leído en muchas pancartas mostradas por los manifestantes en casi todas las protestas ocurridas en decenas de ciudades. Describe bastante bien el sentimiento que mueve las manifestaciones.

Finalmente, Sao Paulo y Río han cedido y han devuelto los precios de los billetes a la cifra anterior.

Enorme gasto en eventos deportivos. Brasil está organizando ahora la Copa de Confederaciones de fútbol, celebrará el año que viene el Mundial 2014 y dos años después, los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro. Parece que le ha tocado el gordo, pero son muchos los ciudadanos que protestan por el elevadísimo gasto en instalaciones deportivas en un país que debería tener otras prioridades.

Carla Dauden lo explica en su vídeo: un país con un importante índice de analfabetismo, y que tiene millones de personas desnutridas, ¿puede permitirse gastar miles de millones de dólares en un Mundial? Este dispendio ha enfurecido a muchos ciudadanos.

De hecho, muchas protestas se están realizando junto a los estadios de fútbol donde se está disputando la Copa Confederaciones, algo que ha sorprendido a la FIFA, organizadora del torneo junto al país anfitrión. Muchos espectadores están teniendo problemas para acudir a los estadios, e incluso miembros de la 'torcida' (afición) local han tenido que ser escoltados por la policía para cruzar las barreras humanas formadas por manifestantes.

Brutalidad policial. Las protestas empezaron el 11 y el día 13 la policía disolvió una concentración con balas de goma y gases lacrimógenos. Las imágenes de los heridos han dado la vuelta al mundo por Internet y han encendido todavía más los ánimos de los indignados brasileños, a la vez que también ha aumentado su número.

El pasado fin de semana, algunos agentes llegaron a disparar con armas de verdad para intentar frenar actos vandálicos derivados de los enfrentamientos entre manifestantes y la policía. Hubo varios heridos de bala.

Malestar de la clase media. Para analistas como Tereza Cruvinel, el gobierno se ha olvidado de la clase media. Brasil ha sido considerado en los últimos años un modelo de paz social y de planes de erradicación de la miseria, distribución de renta y políticas públicas volcadas a favorecer a los más pobres.

Sin embargo, esa concentración del esfuerzo oficial en los menos favorecidos ha dejado de lado a las clases medias, que además se han engrosado gracias a esas políticas de reducción de la pobreza. Representa el 54 % de la población y carece en su mayoría de servicios públicos de calidad, sea en el ámbito de salud, educación o el transporte.

En el vídeo de Carla, ésta habla de un promedio del 10% de analfabetismo. En las noticias de los medios brasileños no escasean los pacientes que mueren antes de recibir atención médica, o que esperan semanas e incluso meses para que los vea un médico.

Corrupción. Los brasileños tienen la sensación de que los políticos se quedan el dinero que debería ayudar a resolver los problemas. Esa idea se la dan los medios de comunicación con los continuos escándalos que destapan.

El macro juicio del 'mensalao' acabó con condenas a 25 personas, entre ellas altos cargos del gobierno de Lula da Silva, el anterior presidente. El gobierno de su sucesora, Dilma Rousseff, también está manchado por la corrupción y siete ministros han sido destituidos por este motivo.

Mientras no se solucionen los problemas, la población va a seguir saliendo a la calle para mostrar su indignación, y ni siquiera un triunfo de la 'canarinha' en la Copa Confederaciones tapará esto. ¿Se daría el caso de que hubiera más gente protestando que festejando un hipotético triunfo de Neymar y compañía?

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