Todos quieren ser Suárez: los candidatos se disputan el legado del expresidente

El protagonista de la cuenta atrás del 26-J no será Rajoy, ni Sánchez, ni Rivera, ni tampoco Iglesias. Seguramente, uno de los nombres que más sonarán en mítines y actos de campaña sea el del expresidente Adolfo Suárez.

La batalla por el legado del político que pilotó la Transición comenzó ya en las generales de diciembre, y ahora se ha vuelto aún más evidente. Entonces, era el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, el que insistía con más vehemencia en sus referencias a recuperar el espíritu de la Transición y la política de consenso de Suárez.

Rajoy hizo lo propio y arranzó la campaña del 20-D con el candidato en Ávila, abrazado a un busto en bronce del expresidente, y acompañado por el hijo de Suárez. “Yo quiero reivindicar esa forma de hacer política porque este partido va a hacer una política basada en sus convicciones pero va a actuar con moderación, espíritu de diálogo y tolerancia", defendió el líder de los populares.

Ahora, ningún candidato oculta cuánto le gustaría convertirse en el nuevo Suárez y gozar el carisma del político.

Este sábado, en su proclamación como aspirante a La Moncloa, el líder socialista se adelantó con un “puedo prometer y prometo”, muletilla popularizada por el primer presidente de la democracia. Sánchez no ahorró en gestos presidencialistas, una estrategia que su equipo piensa explotar en campaña. Tampoco hubo referencias explícitas a sus adversarios, pero sí esa evocación, por tres veces, a la memoria de Suárez. Táctica, sin duda, para posicionar al PSOE en el centro-izquierda, una vez escorado Podemos tras el pacto con IU.

ApenasReivindicamos una forma de hacer política mirando al futuro desde el diálogo y la tolerancia #NosUneSuarez pic.twitter.com/cpXFKNvp2L— Partido Popular (@PPopular) 16 de mayo de 2016

El líder del PP andaluz, Juanma Moreno, fue más allá con un vídeo en el que el expresidente aparecía como ejemplo de la “reconstrucción del Estado”, objetivo compartido con Rajoy.Sencillamente brillante.

Adolfo Suárez y su explicación "atemporal" de la construcción del Estado.#NosUneSuárezhttps://t.co/olbQzLR9iD— Juanma Moreno (@JuanMa_Moreno) 16 de mayo de 2016

Las referencias no son nuevas en el caso de Rivera, y también se esperan, y frecuentes, en la campaña que se avecina. El líder naranja no oculta que se siente cómodo en su papel de mediador y, como Suárez, en artífice de consensos.

Sus alusiones en la sesión fallida de investidura de Sánchez recibieron la crítica de la familia del expresidente. En una tribuna en el diario ABC, Suárez Illana recordó que “nunca” se habría pasado por la cabeza de su padre “usar su fuerza política para arrebatar a quien, legítimamente, había ganado las elecciones”. El político fue candidato del PP en Castilla-La Mancha en 2003.

Incluso Pablo Iglesias ha incluido a la Transición en algunos de sus discursos. El partido emergente pasó de un discurso en el que prometía acabar con el “candado del 78” a admitir que no era necesario acabar con la Carta Magna, sino reformarla. El propio Iglesias reconoció que la Transición “a pesar de sus límites, fue un éxito” que permitió una larga etapa de "prosperidad", una positiva "descentralización administrativa" y permitió que nuestro país entrase en la Unión Europa.